REMONTE | Final del Casino Kursaal
Urrutia afiló su saque para rasgar todos los pronósticos
Tras una primera mitad igualada (17-17), el de Saldias cogió una renta de diez tantos que resultó definitiva
GARA | HERNANI
El mundo del remonte ya tiene una nueva gran figura, el zaguero navarro Miguel Mari Urrutia, que ayer dio un salto a la élite pelotazale en el Galarreta al ganar su primera txapela en el Campeonato Oficial Individual, el Torneo Casino Kursaal. Urrutia, que partía como víctima ante el bicampeón Zeberio II -las apuestas salieron 100 a 40 para el delantero de Elduain-, destrozó los pronósticos al imponerse por 29-35, después de un partido de gran dureza.
Tras el 35-19 favorable a Zeberio II en la liguilla de semifinales, pocos confiaban en un desenlace semejante, pero lo cierto es que Urrutia fue ayer un remontista distinto, confiado en sus posibilidades, firme en el peloteo... y muy agresivo con su saque mediado el partido, una virtud que le dio la txapela. Por su parte, y tras un campeonato impecable hasta entonces, Zeberio II se vino abajo en la final durante unos tantos en los que se le vio agarrotado, sin soluciones, y en el que concedió una renta de diez tantos que le pesó como una losa.
Inicio frenético
El inicio de la final fue frenético, con dos remontistas que no acertaban con el saque y se aplicaban a un toma y daca vertiginoso en el peloteo. Así se llegó a la igualada a 17 tantos, momento para el que Urrutia dejaba ya claro que tenía muchas cosas que decir en la final: tenía facilidad para atrasar la pelota hasta el rebote, y entraba con decisión en el resto. Incluso se permitió el lujazo de la final, un saque al ancho que pasó con una exhalación a la derecha de Zeberio II (tanto 13-12). Mientras, los peloteos más largos caían del lado del atleta Zeberio II, el cual se esperaba que impusiera su gran fondo físico conforme pasaran los minutos. No fue así.
A esas alturas de partido, Urrutia todavía no había sacado a relucir su saque... pero en cuanto lo consiguió, la txapela puso rumbo firme a su localidad natal, Saldias. El zaguero rompió la dinámica de la final, sacó provecho de su látigo y enlazó una ventaja definitiva de diez tantos (22-32) en un rato de ensueño ante un Zeberio II agarrotado, sin recursos ante un rival que pegaba más, y con mucho más sentido.
El delantero de Elduain reaccionó a fuerza de coraje, pero para esas alturas la txapela ya tenía dueño, a pesar del nerviosismo de Urrutia en los tantos finales -en el 26-32 se retiró a vestuarios presa del pánico ante un Zeberio II que le había hecho cuatro tantos seguidos-. Aprovechando su mayor veteranía en estas lides, el pelotari guipuzcoano se asomó hasta el 29-33 y comenzó a soñar con la remontada que le diera su tercera txapela.
Pero era ya demasiado tarde para la épica y Urrutia confirmó la sorpresa en Galarreta y su nombre figura ya entre los más grandes del remonte.
Miguel Mari Urrutia estaba exhultante tras conseguir su primera txapela en el Torneo Casino Kursaal, un título que quiso dedicar a dos personas queridas fallecidas recientemente, su abuela y su prima (Mertxe Urrutia). «Ahora mismo estoy feliz, en una nube. Sabía que tenía que jugar perfecto para ganar. La primera parte del partido ha sido muy dura, a él le veía bastante fuerte, pero yo he creído en todo momento en mis posibilidades, no acertaba con el saque pero al menos le he aguantado en el marcador», relató. «Después del tanto 20 hacia adelante he empezado a sacar mejor y he cogido una buena ventaja», explicó el de Saldias.
Al final reconoció que estuvo muy nervioso. «Me veía a sólo tres tantos de ganar la txapela, pero entonces la gente me ha empezado a animar bastante y me he puesto nervioso, me temblaba todo, incluso he hecho una falta de saque. Pero tenía que seguir... y por suerte me he llevado la txapela. Es el premio a mucho tiempo de trabajo, ahora toca disfrutarlo... y después, a seguir dándolo todo en el día a día», indicó Urrutia, que celebró el título en Eratsun.
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