La sabiduría popular asegura que «los errores se pagan». Pero en el mundo de la información televisiva, los errores, las noticias falsas, las intoxicaciones, se pagan, pero al alza. Por eso el despido de Florence Schaal de TF1, nos debe servir para la reflexión y la reformulación de la deontología. El caso de esta veterana presentadora con treinta años de impecable hoja de servicios es que aseguró en su noticiario que un niño que llevaba días desaparecido había aparecido muerto. La realidad es que el niño había sido encontrado, pero vivo y sin ningún problema físico, cosa que la policía comunicó a la cadena y ésta sobreimpresionó la rectificación durante la emisión de otro programa que iba minutos después del noticiario presentado por la ahora cesada.

Parece una sanción muy dura. Las interpretaciones son muy alambicadas, ya que se trata, al parecer, de luchas de poder entre accionistas, gabinetes de comunicación de la presidencia de la República y toda una suerte de detalles que desconocemos. Está claro que fue un error, pero seguramente un error inducido, que puede entenderse que a la presentadora no le llegara con el tiempo necesario para comprobarlo, o en cualquier caso se fió de su equipo de redacción. Una noticia importante, sin lugar a dudas, porque estas cuestiones de niños desaparecidos se recargan emocionalmente, por lo que convirtió, involuntariamente, una inquietud en un drama. Y además era una noticia falsa. La duda es si es motivo para apartarla si hasta ese momento había sido una de las grandes comunicadoras francesas más fiables. ¿Se trata de una venganza, de una sanción ejemplarizante o hay otros intereses ocultos?

Pero las noticias falsas son, desgraciadamente, algo demasiado habitual. Y no son fruto de errores, sino voluntarias. Aplicando el rigor deontológico a las televisiones que nos circundan, ¿cuántas pasarían la prueba del algodón? ¿Comprueba alguna redacción las noticias emanadas desde Interior? ¿Depuran las imágenes de los supuestos para no conculcar sus derechos que tienen como inocentes hasta que no se demuestre lo contrario? No, y mil veces no. Y no reciben sanciones, sino premios.