A diario los medios de comunicaci�n se hacen eco de algunas de las consecuencias m�s graves de la actual crisis econ�mica, como las ca�das en bolsa o la quiebra de grandes entidades que s�lo por el nombre impresionan. Grandes firmas y sagas de capitalistas en las que se basa el sistema actual se encuentran en apuros y, l�gicamente, su situaci�n es causa de preocupaci�n para todos. Sin embargo, esos grandes titulares han eclipsado a las verdaderas v�ctimas, actuales y venideras, de esta crisis: los trabajadores y las personas en situaci�n de exclusi�n, que si hasta ahora eran muchas a partir de ahora se multiplicar�n exponencialmente.

Tal y como expone el reportaje que hoy publica GARA, tan s�lo en el Estado espa�ol hay 180.000 familias que ya no pueden hacer frente a los pagos de sus hipotecas. En consecuencia, y debido a las condiciones draconianas que los bancos les hicieron firmar en su momento, muchas de ellas se encuentran al borde del embargo. Para hacer frente a esta situaci�n una asociaci�n promovida por la ONG AESCO, dedicada a los derechos de los inmigrantes, ha creado una iniciativa para que los particulares y las familias se puedan acoger a la figura de suspensi�n de pagos, hasta ahora s�lo aplicada a empresas a trav�s de la ley concursal. Varias familias vascas que se encuentran en esa situaci�n l�mite ya se han interesado por esta iniciativa.

El futuro de esta iniciativa es a�n incierto y los m�s esc�pticos considerar�n que el recorrido que puede llegar a tener buscar los resquicios legales del propio sistema es limitado. Sin duda es as�. Pero tambi�n es cierto que, aun cuando este tipo de recursos no cuestionan el sistema como tal ni ofrecen una alternativa al mismo, le buscan �las cosquillas� al sistema financiero y bancario. Unas cosquillas que no har�n ninguna gracia a todos esos banqueros que, adem�s de inhibirse de su responsabilidad en la crisis, buscan ahora la comprensi�n y la empat�a de la sociedad. Por lo tanto, y como m�nimo, la iniciativa tiene la virtud de poner el foco en los verdaderos paganos de la crisis.