Regreso a Vallecas
Cita con buenos recuerdos y mejores propósitos
El Eibar busca la sorpresa ante el rival frente al que consiguió el ascenso.
RAYO - EIBAR
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
El Eibar regresa a uno de esos campos con lugar propio en el imaginario azulgrana. No tanto por el estadio en sí, donde el equipo cayó por la mínima en su última visita, como por la eliminatoria que lo enfrentó al Rayo y se saldó con su ascenso a Segunda A, hace 16 meses.
No quedan demasiados supervivientes de aquel éxito -Zigor, Urzelai, Alaña y Lombraña, además de Codina, que se ha quedado en Eibar por lesión-, pero no ha costado mucho que sus compañeros se hayan contagiado de los buenos recuerdos que emanan de la cita. Por parte eibarresa, evidentemente, porque en el Rayo también aguantan algunos de los que tuvieron que esperar una temporada más antes de regresar a la categoría de plata y que esperan el choque con cierto afán de revancha.
Junto a los buenos recuerdos, imposibles de borrar, el Eibar viajó a Madrid con sus mejores propósitos, complicados de cumplir. No en vano el mejor equipo como local de la categoría -sólo el Xerez ha sido capaz de rascar un empate en el Teresa Rivero- recibe a un rival que ha saldado con derrota sus tres últimos desplazamientos. Y aunque los precedentes no sirvan de mucho una vez que comience el partido, algo quieren decir.
También los hay, afortunadamente, de signo positivo. Y es que tras una pésima racha -dos puntos en cinco partidos-, que amenazaba con dejar salir a los fantasmas del armario, el Eibar consiguió el pasado domingo una tranquilizadora victoria, que le permite viajar a Madrid con un colchón de cinco puntos respecto al descenso y unas sensaciones muy diferentes a las que había dejado su último choque como visitante, en Salamanca. Por eso la calma no se debe sólo al resultado; el juego, no era difícil, también mejoró ostensiblemente del Helmántico a Ipurua. Buena muestra de ello pueden ser los escasísimos cambios que se prevén en la alineación armera.
Es más, posiblemente sólo sea uno. Y forzoso, ya que Raúl García se perderá su primer encuentro de la temporada tras haber visto su quinta cartulina amarilla. Lo sustituirá el único jugador de la primera plantilla que faltaba por debutar: Iván Romero, que además se enfrentará a su ex equipo. El resto serán los mismos que se enfrentaron al Córdoba, aunque tampoco es descartable que Carlos Pouso introduzca alguna novedad en el centro del campo, con la entrada de Albert Yagüe o Carlos Rubén, en detrimento de Paco Sutil.
Carlos Pouso lo tiene claro. Hoy le espera un partido «muy complicado. Porque si el año pasado decíamos que el Rayo estaba de paso, que tenía una plantilla de Segunda A, y le añadimos los refuerzos... Es un equipo muy bien montado y está haciendo las cosas muy bien. Y además tiene una afición que es un escándalo cómo anima a los suyos».
Pese a todo, el técnico destacaba que «nuestra idea siempre es ir a ganar, no a montar el autobús. Y algún día vendremos con un saquito de goles por eso, pero nunca vamos a plantear así el partido. Si no, nos ahorramos directamente el viaje».