«Hemos tardado un poco, pero aquí estamos», comentó ayer el brigadista británico Sam Lesser. Con sus palabras, recordaba la despedida que hace setenta años les brindó en Barcelona la desaparecida Pasionaria. Ella habló a los jóvenes combatientes internacionales afirmando: «Volveréis cuando florezca el olivo de la paz».

Fue la inauguración de una exposición que narra la participación de los neoyorquinos en la Guerra Civil la razón que llevó a Sam Lesser y otra veintena de ex combatientes hasta la localidad barcelonesa de Sitges, donde recibieron un caluroso homenaje. La muestra, recogida bajo el título de «Nueva York y la Guerra Civil», indaga en la solidaridad de los norteamericanos a través de obras de arte, fotografías y plafones informativos.

En el acto que sirvió de homenaje también participado los brigadistas. Con la seguridad que sólo dan los años -la media de edad rondaba por los 93 años- decidieron tomar la palabra, aunque no estaba previsto en el protocolo. Mostraron en sus interlocuciones el mismo ímpetu que les llevó a viajar a combatir en tierra extraña. Poco les importó la ausencia de traductores y aprovecharon la cita para recordar los valores que les movieron a luchar, a la vez que agradecían el recibimiento de héroes que les dispensaron ayer.

El recuerdo de Dolores Ibárruri, la Pasionaria, estuvo presente, ya que en el acto se encontraba la hija de la desaparecida dirigente comunista, Amaya Ruiz Ibárruri, quien aprovechó para destacar que su madre se sintió orgullosa de los brigadistas y «los recordó con muchísimo cariño».

Fechas redondas

La muestra podrá visitarse en el edificio Miramar de Sitges hasta el próximo 30 de noviembre. «Nueva York y la Guerra Civil española», se estrenó hace dos años en Nueva York, coincidiendo con el setenta aniversario de la llegada de los brigadistas al territorio de combate. Casualmente, este segundo estreno coincide también con otra fecha, en esta ocasión el setenta aniversario de su partida. El acto celebrado ayer en Sitges sobrepasó el protocolo en numerosas ocasiones. Además de la participación espontánea de los brigadistas, finalizó de una forma tan emotiva como informal; al grito de «¡Viva los hombres valientes que lucharon por el bien del pueblo!».

No será la inauguración el único acto que conmemorará en los próximos días los setenta años de la partida de los brigadistas. Durante el día de hoy, unas 400 personas, entre familiares, amigos y quien se anime, efectuarán una ofrenda floral en el monumento a las Brigadas Internacionales levantado en la Rambla del Carmel de Barcelona. Una segunda ofrenda tendrá lugar posteriormente, en el Fossar de la Pedrera, situado en el cementerio de Montjüic.