El apoyo del PNV al PSOE para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, que justificó más retórica que convincentemente, ha contado con otro elemento que lo deja en evidencia, a saber, el hecho de haber negociado la transferencia de la competencia de investigación sin consultar siquiera al Departamento de Educación, Universidades e Investigación, en manos de Eusko Alkartasuna. Si ya resulta más que cuestionable que cualquier transferencia sea objeto de acuerdo en una negociación presupuestaria, bastante más lo es -por mucho que desde Educación quiten importancia al asunto- que la negociación se lleve a cabo a espaldas de parte del gobierno del que forma parte uno de los partidos negociadores, a espalda precisamente de la parte a la que en mayor medida atañe la transferencia objeto de negociación.

Y al mismo tiempo que el PNV ninguneaba a los responsables de un departamento de su propio gobierno, el PSOE hacía lo propio con su sucursal en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, toda vez que el acuerdo entre ambos se refiere también a los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma Vasca y a las normas forales de presupuestos para los territorios históricos de esa Comunidad, cuestiones todas ellas cuya negociación se supone que corresponde al PSE.