Mariano Rajoy visitó ayer Bilbo para apadrinar el nombramiento de Antonio Basagoiti como candidato del Partido Popular a lehendakari. Aprovechando el viaje, ambos líderes del PP, junto a la vicesecretaria de Organización Ana Mato, visitaron San Mamés, donde fueron agasajados por el presidente del Athletic, Fernando García Macua. Entre otros obsequios, Rajoy recibió como regalo una camiseta rojiblanca -por cierto, sin publicidad de Petronor- firmada por los integrantes del equipo, a quienes nada se había dicho sobre el destinatario de la prenda. No faltaron las fotografías ni las cámaras de televisión para inmortalizar un acto con evidente tufillo electoral.

Puede entrar dentro del guión que este tipo de actos se hagan con políticos que tengan una relación directa con el club -bien porque aflojan dinero, bien porque son aficionados-, pero no que Macua se preste a hacerle el juego al líder del PP. Para más inri, un «gran seguidor», según sus propias palabras, del Real Madrid, equipo al que los leones se enfrentan mañana en el Bernabéu. Y luego algunos critican a los jugadores si hablan de política.