Octavos de final del Cuatro y Medio
No será fácil para ninguno
El altzatarra Juantxo Koka y el aresoarra Mikel Olazabal se juegan en el Labrit de Iruñea un billete que les acredite como merecedores de una plaza en los cuartos de final de la jaula.
Koldo AKORDARREMENTERIA | GASTEIZ
El Campeonato del Cuatro y Medio avanza poco a poco, y a su vez aumenta la trascendencia de cada partido. El frontón Labrit de Iruñea acogerá hoy el segundo partido de octavos de final -el primero lo jugaron ano- che Xala y Olaizola I-, que enfrentará a Juantxo Koka y a Mikel Olazabal (Telecinco, 17.00).
Koka, que ha llegado a esta segunda fase del torneo tras haber vencido merecidamente a Asier Berasaluze por un contundente 22-10, parece haberse reencontrado con la regularidad. Se le ve con un mejor juego, mejor físico, y lo que es más importante, con más confianza. Pero enfrente tendrá al protagonista de la campanada de la primera fase; Mikel Olazabal.
El joven de Areso, que ha entrado en octavos de final tras haber apeado al vigente campeón del manomanista, llegará libre de presión a la cita. Ésta es su primera participación en el Cuatro y Medio, y el hecho de haber eliminado a Oinatz Bengoetxea ha hecho saltar las alarmas de todos sus rivales. La fortaleza -tanto mental como física-, su saque y la velocidad que imprime a cada pelota del joven delantero de Aspe le ha convertido en un peligrosísimo rival para cualquiera.
Pero Koka tiene la experiencia que a Olazabal le falta, 22 partidos disputados en el Cuatro y Medio frente al único choque del navarro. Por ello, y si realiza un buen análisis del juego de su rival, el delantero de Altza tendrá muchas posibilidades de llevarse el gato al agua. La cátedra, de antemano, no se ha mojado demasiado por ninguno.
Aimar en los cuartos
El vencedor de este partido se verá las caras con Aimar Olaizola en los cuartos de final. Y deberá ganarle si quiere disputar la liguilla de semifinales. El potente delantero de Goizueta, quien temió por su participación en el torneo tras una pequeña lesión, dice encontrarse bien y con ganas de entrar en la dinámica de partidos.