Efecto psicológico, real, o cuestión de casualidades, pero lo cierto es que la ausencia de Xabi Prieto y Gorka Elustondo le está costando muy cara a la Real, incapaz de ganar un solo partido desde que ambos sustituyeron el césped por la enfermería.

Sin duda, la opción de la casualidad es la preferible porque, en caso contrario, los donostiarras ya pueden ir despidiéndose de reencontrarse con el triunfo a corto plazo, teniendo en cuenta que Elustondo, como lo hiciera anteriormente su compañero, reconoció ayer que no hay fecha concreta para su reaparición. Lo que está claro es que no se producirá en Tarragona donde, al menos, sí podrá viajar Marcos García, después de que el domingo cumpliera su encuentro de sanción.

«Todavía hay que esperar a ver cómo sigue evolucionando -explicó el beasaindarra, que todavía trabaja en el gimnasio como consecuencia de un esguince más grave de lo inicialmente previsto-, pero no sabría decirte plazaos. Tengo que ir día a día, trabajando y fortaleciendo el tobillo y, según las sensaciones que vaya teniendo, iré haciendo más cargas y empezaré a correr».

En lo que respecta a las consecuencias de su ausencia en el rendimiento del equipo, Elustondo quiso dejar claro que no es una cuestión de nombre, sino de número. «Si fueran otros los lesionados, se hablaría de ellos -aseguró-. Las bajas son importantes porque la plantilla es corta. Por eso cualquier baja es importante, pero no por los nombres de los lesionados». Doble motivo para intentar recuperarse «lo antes posible y ayudar al equipo. Cuando no puedes ayudar sufres más -admitió- y si los resultados no llegan, aún más».

Anímicamente bien

El centrocampista, lógicamente, espera empezar a sufrir menos de inmediato, con un cambio de racha en el que confía porque «el equipo sigue trabajando bien y anímicamente no hay ningún problema. Es normal que nos preocupemos, porque llevamos algunos partidos sin ganar, pero veo al equipo con confianza -insistió-. Lo que pasa es que hay veces que no aciertas en la portería, o que no aciertas con el juego, pero esperamos que la racha cambie cuanto antes».

La misma esperanza tiene Mikel Labaka, sobre todo porque «hemos recibido muchos golpes últimamente y si algo hemos demostrado es que sabemos sobreponernos. Veo al equipo fuerte y preparado», aseguró ayer el jugador azpeitiarra, aunque también reconoció que el factor anímico mejorará considerablemente cuando el equipo se reencuentre por fin con la victoria.