Operación policial en Nafarroa
Los cuatro detenidos «estarían preparando algo», según Rubalcaba
Cuatro jóvenes detenidos y el hallazgo de unos cien kilos de material explosivo es el balance de la operación realizada ayer por la Policía española en Nafarroa. El ministro Rubalcaba no precisó cuál sería la acusación exacta contra los jóvenes, ya que habló de operación «preventiva» y se limitó a indicar que «lo normal es que estuvieran preparando algo».
GARA | IRUÑEA
«Se ha abortado el comando antes de que naciera». Con estas palabras resumió el ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, la operación policial que mantiene incomunicados a cuatro jóvenes navarros: Aurken Sola, Xabier Rey, Araitz Amatria y Sergio Boada. Se desconocen las acusaciones concretas contra ellos, ya que fue el propio Rubalcaba quien definió la redada como «preventiva» pese a apuntar en paralelo que se han incautado de un centenar de kilos de explosivos.
El material fue expuesto a algunos medios gráficos en dependencias de la Policía española, pero oficialmente no se ha precisado en qué sitio concreto fueron hallados -algunos medios aludieron a una bajera en el barrio de Errotxapea y otros la ubicaban en Antsoain-. De las siete viviendas de los detenidos y sus familiares que la Policía registró no se llevaron más que papeles, según constataron testigos. Rubalcaba tampoco vinculó el hallazgo de explosivos a ningún detenido en concreto.
Entre el material presentado por las FSE había dos revólveres y munición, temporizadores, cordón detonante, 79 kilos de nitrato amónico, 15 de polvo de aluminio, cinco de reforzador líquido, un bidón, fiambreras, cordón detonante, temporizadores y material informático.
Los cuatro jóvenes fueron presentados por el ministro como «legales» que formarían un comando, pese a que durante la jornada se insistió en recalcar que Sola tenía antecedentes penales, en concreto una condena a quince meses de cárcel que ya cumplió. Pero cuando se le preguntó de qué se les acusa, el ministro dio una respuesta críptica: «Cuando un comando tiene armas y explosivos, imagínese; lo normal es que estuviesen preparando algo».
Reventaron la puerta
Los arrestos se produjeron de modo simultáneo. En uno de ellos, el de Xabier Rey en la Plaza de San Nicolás -en el corazón de Alde Zaharra-, la Policía llegó a utilizar un par de pequeñas cargas explosivas para derribar la puerta, según confirmaron los vecinos.
Su compañera, Araitz Amatria, fue detenida en Valencia, donde se encontraba en casa de una tía, según informó el movimiento pro-amnistía. Había acudido a realizar unos cursos. La captura de Aurken Sola se produjo en su casa de la Txantrea, y la de Sergio Boada, también en su domicilio de Añorbe.
Se registraron otras tres viviendas familiares, en presencia de los detenidos. La inspección más larga fue la llevada a cabo en la calle Eslava, en la casa de los padres de Sola, ya que se esperó a que el joven fuera llevado allí desde el hospital, donde había sido atendido, al parecer, por una pequeña crisis nerviosa.
Pelotazos en Donibane
La preocupación por la posibilidad de que los detenidos sufran torturas marcó la asamblea informativa realizada en el barrio de Donibane, de donde son varios detenidos. El movimiento pro-amnistía recordó que los últimos arrestos en el herrialde han derivado en denuncias de maltratos generalizadas. En la asamblea participaron unas 250 personas, pero la manifestación que iniciaron fue abortada con una carga a pelotazos.
La izquierda abertzale emitió una nota en la que resalta que «Nafarroa está inmersa en un verdadero estado de excepción» y acusó al Estado de «mantener un laboratorio represivo» en este herrialde pese a ser consciente de que «mediante vías represivas no va a hacer sino agudi- zar el conflicto».
Todos los detenidos hacían una vida normal y pública, y participaban en diferentes organismos, desde los que llegaron muestras de solidaridad. Así, LAB explicó que Xabier Rey es delegado suyo en la empresa Neumáticos Iruña y lanzó este mensaje: «Basta ya de asumir como normal la existencia de la tortura». Desde Sortzen-Ikasbatuaz, con la que colabora Amatria, se mostró preocupación por el trato que pueda recibir y apoyo a sus familiares. Y Bilgune Feminista destacó la indefensión total que provoca el régimen de incomunicación a todos los detenidos, como Araitz Amatria, que integra el colectivo.