Crisis en la derecha en Nafarroa
El PP busca local y gente en Nafarroa para iniciar su aventura en solitario
Después de que hace diecisiete años se diluyera en UPN, el PP vuelve a buscar local y gente para reconstruir el partido en Nafarroa, y todo por la abstención en los presupuestos del Estado, un voto que resultaba intrascendente a efectos prácticos. Ni PP ni UPN, que han llevado la situación hasta el límite, quieren aparecer como los causantes de la ruptura. Ambos acusan al otro de incumplimiento del pacto. Y los dos dejan la puerta abierta a reencuentros futuros.
I.IRIONDO | GASTEIZ
La decisión de la dirección de UPN de suspender de militancia cautelarmente a Santiago Cervera y Jaime Ignacio del Burgo fue la chispa que hizo estallar a Mariano Rajoy. Lo venían avisando desde que el pasado miércoles se consumó en el Congreso la división de voto y lo repitieron el lunes: el PP se tomará muy mal que se adopten medidas contra Cervera y Del Burgo.
Pero Miguel Sanz, a estas alturas, no está dispuesto que le digan lo que tiene que hacer. Como declaraba ayer mismo, «somos un partido autónomo» y tenía que demostrarlo. Sabía las consecuencias de la decisión y probablemente las buscaba.
Así que durante la mañana de ayer y visto que todas las cartas estaban ya boca arriba en la mesa, Rajoy anunció a sus diputados y senadores -entre los que se encontraban Santiago Cervera y también el abstencionista Carlos Salvador- que entendía que UPN había dado por roto el matrimonio, por lo que el PP tenía que comenzar a buscar en Nafarroa un nuevo local en el que comenzar una vida independiente.
Tras el encuentro parlamentario fue la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, la encargada de anunciar ante los medios que «el PP tiene meridianamente claro que nuestros votantes en Navarra deben tener una representación, y hasta ahora esa representación venía instrumentada a través de UPN. Si esto va a dejar de ser así -de acuerdo con la actuación y la postura tomadas por UPN- el PP tiene que defender y representar a sus votantes y poner en todo el territorio nacional los medios necesarios para que nuestros principios y nuestras ideas estén defendidas en toda España».
El problema es que, después de diecisiete años de fusión, es muy difícil saber quiénes son los votantes del PP en Nafarroa, ya que estas siglas desaparecieron y sus militantes se integraron en cuerpo y alma en UPN. Como se pregunta la senadora María Caballero, «¿qué parte de mí es del PP?». Por lo tanto, además de un local hace falta buscar líderes que puedan hacer resucitar el partido.
Cospedal, por supuesto, confía para esta misión en Jaime Ignacio del Burgo, que ya dio el sí anoche, y en Santiago Cervera, que ha aparecido como la cabeza visible de los pocos rebeldes a Miguel Sanz.
La secretaria general del PP dejó claro que los dos representantes de UPN suspendidos de militancia tienen «las puertas abiertas en el PP, que ha sido siempre su casa y va a seguir siéndolo», porque «todos los militantes de la coalición UPN-PP que compartan nuestros principios y valores y quieran una Navarra integrada en un proyecto nacional tienen abiertas las puertas del PP». De momento, a Santiago Cervera lo mantienen en la dirección del PP y del grupo parlamentario, aunque UPN acordó el lunes que ese puesto quedara vacante. Según palabras de De Cospedal, Cervera «va a seguir porque en el Grupo Popular manda el Grupo Popular».
En cuanto a la situación de Carlos Salvador, nombrado por UPN como su portavoz en el Congreso, el PP anunció que comprenden su difícil situación, por lo que, aparte de los 300 euros de multa impuestos, no adoptará ninguna otra medida disciplinaria contra él.
Sin elecciones hasta 2011
Para entender todos estos movimientos que se están produciendo en la derecha navarra, la clave está en que ni UPN ni PP deben afrontar ningún proceso electoral importante en Nafarroa hasta mayo de 2011. Las elecciones europeas del 2009 no son ningún escollo.
Por lo tanto, en estos casi tres años hay mucho tiempo para recomponer las relaciones en base a unas nuevas reglas de juego, que parece ser que es lo que Miguel Sanz viene reclamando cuando plantea que «se haga una nueva reformulación» de los acuerdos entre PP y UPN.
Tampoco desde el PP se oponen a fijar unas nuevas reglas de juego, aunque ahora se pierdan en formalismos como que si los de UPN quieren ser atendidos serán ellos quienes tengan que llamar. Cospedal declaró que el PP está abierto a escuchar las «nuevas fórmulas de colaboración» que le quiera plantear UPN, de la misma manera que «hablamos con todo el mundo».
La crisis entre el PP y UPN comenzó cuando el presidente navarro, Miguel Sanz, anunció la posibilidad de que sus dos diputados se abstuvieran en la votación de los presupuestos del Estado. El PP lo consideró inacep- table pero UPN lo apoyó con el 90% del Consejo Político. Uno de los diputados obedeció a UPN y otro al PP, por lo que Rajoy anunció la suspensión de relaciones «con la actual dirección de UPN». Y ayer dio el paso de marcharse de casa.
El presidente de UPN rompió a carcajadas cuando se le preguntó cómo se había enterado de la decisión del PP. Dijo que le había llegado por sms, y continuó riéndose.
Como cabía prever, Jaime Ignacio del Burgo es el primero que anunció, anoche, que se da de baja en UPN para contribuir a refundar el PP en Nafarroa.
La última sede del PP en Iruñea, heredada de Alianza Popular, estuvo en la calle Leire 11. El PDP, que se integró en el PP, tenía otra en la calle Navas de Tolosa.
La «número tres» del PSOE, Leire Pajín, descartó ayer que pueda presentar una moción de censura contra Miguel Sanz después de que el PP haya anunciado que rompe con el UPN, y dejó claro que la decisión que tomó el PSOE de «pasar a la oposición» sigue siendo «firme».
En declaraciones realizadas a una cadena de televisión digital, Leire Pajín dijo que el PSN seguirá practicando una «oposición constructiva» en el Parlamento foral. «Esa fue la decisión que tomamos, no ha variado», recalcó, añadiendo además que no ve indicios de que esa posición pueda cambiar. A su juicio, los miembros del PSN han demostrado que «son muy responsables con los navarros» y que han apostado por la estabilidad frente a quienes les acusaron de «vender Navarra» a ETA.
La valoración en otros partidos es bien distinta. En palabras del portavoz de la coalición Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta, «la ruptura del pacto entre UPN y PP abre una nueva situación en Nafarroa y crea nuevas posibilidades para los nacionalistas y Nafarroa Bai».
En palabras de Zabaleta, «ante la difícil situación que vive Nafarroa es necesario otro gobierno que no siga las directrices del actual y que impulse un gobierno progresista, garantizando las políticas sociales, alejado del clientelismo y la corrupción».
Zabaleta declaró que «algunas de las acciones llevadas a cabo por UPN en los últimos días dejan en evidencia que apuesta por la interpretación unilateral de los pactos, en contra de toda base jurídica y política, con la única intención de comprometer al PSOE en el Gobierno de Navarra». Al respecto, Patxi Zabaleta denunció que si PSN decidiera entrar a gobernar con UPN sería «un fallo muy grave, ya que UPN seguiría haciendo la única política que sabe hacer, la de un partido de derechas».
IUN, por su parte, aseguró que, con la ruptura del pacto de colaboración, «UPN se ha divorciado del PP para casarse con el PSN-PSOE» y de esta forma «garantizarse en el futuro su permanencia en el poder».
Desde que en agosto de 2007 el PSN renunciara a formar un gobierno alternativo al de UPN, señala IUN en un comunicado, «las direcciones de ambos partidos han venido trabajando para avanzar en la conformación de un espacio común», que «busca cerrar el paso a cualquier opción de desalojar del poder a la derecha regionalista».
Una cosa es anunciar una ruptura y el inicio de una nueva vida en solitario y otra ponerla en marcha, lo que conlleva siempre un doloroso proceso de separación de bienes. El acuerdo entre PP y UPN conllevó también la fusión de sus bienes. UPN se hizo cargo de los empleados -un gerente y dos secretarios- de la sede regional del PP en Iruñea. Además, las subvenciones oficiales que hasta entonces cobraban por el diputado navarro del PP pasaban a las arcas de UPN. Ahora habrá que ver cómo se vuelven a repartir los bienes y si se considera que durante estos 17 años se han producido «gananciales».
La última sede del PP en Iruñea, heredada de AP, estaba en el número 11 de la calle Leire, muy cerca de la actual sede de UPN. También el Partido Demócrata Popular tenía otra oficina en la calle Navas de Tolosa. En las elecciones navarras de 1987, las últimas antes de la fusión de la derecha, convivían estas tres siglas, Partido Liberal (PL) y Unión Demócrata Foral (UDF).