Las protestas que se registraron ayer en Belfast en contra del desfile organizado para recibir a los soldados británicos destinados en Irak y Afganistán se desarrollaron de manera pacífica. Únicamente se registraron algunos lanzamientos de botellas y piedras entre manifestantes y quienes asistían al desfile.

Sinn Féin y otros movimientos republicanos habían convocado protestas para denunciar la connivencia del Ejército británico con los paramilitares unionistas en el norte de Irlanda y la presencia de estas tropas en Irak y Afganistán.

El parlamentario de Sinn Féin Gerry Kelly destacó, en palabras a los manifestantes, que el desfile del Ejército británico es «una provocación contra los habitantes de estas ciudad».