Kendall, Clemente, Sáez, Stepanovic, Mendilibar y Sarriugarte son los seis entrenadores a los que el Athletic ha destituido una vez comenzada la temporada en los últimos 20 años. Caparrós, que se encuentra ya en una delicada situación, puede ser ahora el siguiente en tener que abandonar la nave rojiblanca antes de lo previsto.

Las cinco derrotas consecutivas que acumula el equipo, la pobre imagen de las segundas partes, el puesto de descenso que ocupa el equipo, su discutible gestión de la plantilla y, sobre todo, la escasa consistencia de su discurso, han dejado tocado al de Utrera. Tan sólo una victoria en Mallorca calmaría los ánimos. La derrota podría no provocar su cese inmediato, de no mediar una goleada, pero el partido de Copa en Huelva y el derbi ante Osasuna adquirirían una trascendencia inusitada.

En la temporada 1989-1990, Pedro Aurtenetxe trató de cumplir los deseos de Howard Kendall -que meses antes había amenazado con irse al Newcastle-, y contrató a Iturrino, Ripodas y Loren. El último por una cifra récord. Además, tal y como señalan los periódicos de la época, el inglés también quiso hacerse con Bustingorri y Valverde. La temporada arrancó con mucha expectación, pero la presión término con el que después sería elegido uno de los 10 mejores entrenadores que ha dado Inglaterra en su historia.

En las primeras nueve jornadas, las mismas que ahora se llevan con Caparrós, el Athletic de Kendall ganó cuatro partidos, empató tres y tan sólo perdió dos. Sumó diez tantos a favor y sólo recibió cinco en la portería de Biurrun. Pese a ello, el ex del Everton fue cesado apenas dos jornadas después tras sendas derrotas en Sevilla y Madrid. El equipo tenía 11 puntos, las victorias sólo valían 2, lo que hoy día serían 15.

El siguiente curso, Javier Clemente regresó al banquillo de La Catedral. No le fueron bien las cosas al de Barakaldo y acabó siendo destituido en la vigésimo sexta jornada. En las nueve primeras, su equipo venció en cuatro choques, empató otro y perdió en otros cuatro. Se anotaron 11 goles y se encajaron 14.

En cuanto a la clasificación, contaban con 9 puntos, que extrapolados a la actualidad serían 13. Como dato de interés, destacar que Clemente fue cesado tras acumular seis derrotas consecutivas en la segunda vuelta.

Su sustituto fue Iñaki Sáez. A Jaburu tampoco le fueron bien las cosas en la única temporada que comenzó al mando del primer equipo. El vizcaino fue cesado en la jornada 23 de una campaña donde el Athletic escapó de la promoción tras ganar al Valladolid en la penúltima jornada. Y es que no siempre han sido días de vino y rosas en el club y tampoco el periodo entre 2005 y 2007 ha sido único en el que el club ha corrido riesgo de bajar a Segunda.

Los pupilos de Sáez ganaron dos encuentros, empataron otros dos y perdieron cinco en las nueve primeras fechas. El saldo de goles fue demoledor, sólo 6 a favor y 16 en contra. El equipo contaba con 6 puntos, lo que hoy serían 8.

Dragoslav Stepanovic fue la apuesta de Arrate para la campaña 95-96. El serbio llegó tras la renuncia de otros técnicos, como el sueco Svensson, y resultó ser un absoluto fiasco. El equipo arrancó bien y los problemas reales no llegaron hasta la segunda vuelta. El célebre Stepi acabó yéndose a la calle en la jornada 31 -ese año y el siguiente se jugaron 42-, después de mucha paciencia por parte de la Junta. Comparado con el inicio actual, el equipo computó tres victorias, tres empates y tres derrotas, con 10 goles a favor y otros 9 en contra.

El Athletic no volvió a variar sobre la marcha de entrenador hasta diez campañas después. El pagano fue José Luis Mendilibar. El de Zaldibar acabó pagando el ambiente de presión excesiva que se vive en Bilbo. La temporada empezó bien con una victoria en el derbi ante la Real, pero todo se torció después.

Los leones encadenaron ocho partidos seguidos sin ganar, incluida la jornada adelantada por la repesca para el Mundial de Alemania, en los que sólo arrancaron dos empates. Tras su décimo partido liguero, en el que empató ante el Celta, Mendilibar fue cesado. El equipo sumaba entonces tan sólo seis puntos y con su sustituto, Javier Clemente, el Athletic sufrió hasta la penúltima jornada para mantenerse en Primera.

Un año después, Sarriugarte -que sustituyó a Clemente tras su polémico cese veraniego- fue el encargado de dirigir al primer equipo. En medio de un ambiente enrarecido, la situación se tornó insostenible. En las nueve primeras jornadas, el equipo venció un partido, empató cuatro y perdió otros cuatro. Sólo duró tres jornadas más y el Athletic se salvó con Mané y Ondarru tras un dramático último partido frente al Levante.