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Francisco Luis Hernández Reinoso 2008/11/6

Derecho a decidir mi identidad

Diario  Noticias de Álava

Me niego a que el atributo que más destaque mi identidad sea el origen. Decía el escultor Jorge Oteiza que se es de donde se sufre. Y aunque no es el sufrimiento exactamente lo que me liga a este país, sino cualquiera de sus antónimos, me apunto a esta reflexión que defiende el derecho a ser de donde uno quiera ser. Muy a menudo es el origen, la etnia, la religión, la afiliación ideológica, la inclinación sexual, etc. el elemento que utiliza el otro para identificarnos. Y no es que esta pertenencia no nos identifique, sino que no tiene por qué ser el elemento primordial que resuma nuestra identidad. No es casualidad que el elemento básico que nos asignan no nos acerca al interlocutor o interlocutora, sino que nos aleja de él o ella. Tú allá, yo aquí. Tú de allá, yo de aquí. Cuando uno nace, nace insertado en un contexto de múltiples pertenencias y la estructuración y asunción de esas pertenencias en una escala ordenada es un aprendizaje social.

(...) ¿Y entonces cuál es el atributo que resume mi identidad? Muchos: vasco, intelectual, laico, de izquierda, heterosexual, bilingüe, hispano hablante, negro, cubano, inmigrante y un largo etcétera. Éstos y muchos más. Todos ellos y ninguno en particular porque la identidad no es un cuño, no es una unidad estática sino dinámica. Y si es que en el fondo existe un orden, una jerarquización; es a mí a quien le corresponde establecerla y explicitarla. ¡Oiga, déjeme decidir!

La identidad, como construcción subjetiva, es en gran medida una construcción social. (...)

El proceso de estigmatización es un proceso de categorización donde al otro se le da una identidad personal y social diferente, estática e impermeable que sirve para cronificar su separación. Esta práctica divisoria es más un intento de dominación y manipulación que otra cosa, y pasa por alto que la identificación personal con los atributos que a uno lo definen es múltiple, dinámica y flexible, pero por encima de todo, personal. Entonces, sí, de aquí, de Vitoria de toda la vida: intelectual, laico, de izquierda, heterosexual, bilingüe, hispano hablante, negro, cubano, inmigrante, y vasco. Y vasco.

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