Técnicos y jugadores suelen ser reacios a hablar de finales, incluso cuando restan escasas jornadas para la conclusión de los campeonatos o la consecución de los objetivos.

Algunas situaciones, sin embargo, no dejan lugar a dudas. Y la del Athletic es un buen ejemplo. Con cinco derrotas consecutivas a sus espaldas, el equipo rojiblanco ha caído hasta la penúltima plaza de la clasificación. Lo peor no es, probablemente, haber superado la parte más dura del calendario sin sumar un solo punto, sino que los enfrentamientos con rivales de inferior entidad tampoco se han traducido en demasiadas alegrías. El Athletic, de hecho, sólo ha podido celebrar una victoria en Liga. Su juego, además, ha desilusionado tanto, o más, como los resultados; y el hecho de que la historia suene descorazonadoramente familiar tras lo sucedido en las últimas temporadas tampoco ayuda demasiado.

La consecuencia es que el plazo para hablar de finales se ha reducido a sólo diez jornadas. Y no ha sido cosa de la afición o de la prensa. El propio Joseba Etxeberria definió anteayer así, como «una final», la visita al Mallorca. Lo único positivo de manejar semejantes términos a estas alturas es que si, realmente, los rojiblancos encuentran en el Ono Estadi el punto de inflexión que necesitan, las distancias son todavía lo suficientemente cortas como para que no cueste en exceso aclarar el panorama.

Joaquín Caparrós también reconoce que «debemos tratar de romper la mala racha de resultados -será la peor en la historia del club si hoy cae en Mallorca- porque estamos necesitados de puntos», aunque el interés en la rueda de prensa ofrecida por el técnico antes de partir estuvo enfocado, en buena medida, a su situación.

Enfado de Caparrós

A este respecto, el utrerano quiso «agradecer» el gesto que tuvo Fernando García Macua la víspera, al acercarse a Lezama, y aseguró que la relación entre ambos es «fluída».

Caparrós, por otra parte, se mostró muy molesto con algunas informaciones, en las que se asegura que la próxima temporada no estará en Bilbo. En su opinión, quien publica este tipo de noticias «es dañino, sólo intenta dividir y aquí lo que queremos es sumar». «No sólo quiero cumplir mi contrato -añadió el técnico-, sino que me gustaría estar muchos años en el Athletic».