Como si un agujero negro se hubiese tragado la última semana, el Alavés tiene la posibilidad de reducir su inesperado tropiezo ante el Elche a poco más que una anécdota.

Como sucecediera hace siete días, los gasteiztarras reciben a uno de los peores equipos en estos primeros compases de la temporada. El peor, de hecho; no en vano el Sevilla Atlético llega a Mendizorrotza en condición de farolillo rojo. Parece una oportunidad óptima, por tanto, para hacer borrón y cuenta nueva. Lógicamente, los puntos que volaron hace una semana son imposibles de recuperar pero, con lo apretada que está la categoría, una victoria puede suponer un gran avance y, en el caso del Alavés, le permitiría mantener a su campo la calidad de fortín que el Elche puso en peligro.

Tampoco hay que olvidar que el equipo de Salmerón visita la próxima semana a un Xerez en buen momento, y que no afrontará el choque en las mismas condiciones con una victoria a sus espaldas que, en caso de producirse el tropiezo, con lo que ya podría considerarse una mala racha.

Bastante peor es, desde luego, la del Sevilla. Cuatro derrotas consecutivas le han llevado al fondo de la clasificación. Cuatro partidos en los que, además, el filial hispalense sólo ha sido capaz de marcar un gol, frente a los nueve que ha encajado. En ese sentido, el Alavés puede encontrarse con la horma, ampliada, de su zapato. Y es que aunque la situación clasificatoria de los albiazules es infinitamente mejor que la de su rival -y será óptima si hoy consiguen el triunfo-, tampoco hay que olvidar que han saldado las dos últimas jornadas con sendas derrotas; seis goles en contra y ninguno a favor.

El Alavés buscará su particular punto de inflexión con César de nuevo acompañando a Astudillo en el doble pivote, una vez confirmada la rotura fibrilar de Gaizka Garitano, que deberá esperar al menos una semana para poder reaparecer.

Además, Mateo puede acompañar a Almirón en el centro de la defensa, en detrimento de Pablo Casar. Los cambios pueden completarse con la entrada de Cuevas y Marc Pedraza en el centro del campo, en sustitución de Moreno e Igor Martínez.

La principal novedad, con todo, pasa por la convocatoria, en la que José María Salmerón ha incluido a un Samuel Bayón que hace apenas unos días buscaba nuevo destino.