A pesar del silencio sobre Praileaitz que mantiene la consejería de Cultura, la situación en Praileaitz está muy lejos de solucionarse. Para hablar de los acontecimientos de los últimos meses, la Comisión de Cultura del Parlamento acogerá hoy -conforme a una solicitud de la parlamentaria de Ezker Abertzalea, Itziar Basterrika- las comparecencias de la consejera de Cultura, Miren Azkarate, y de representantes del colectivo Praileaitzen Lagunak, la Sociedad de Ciencias Aranzadi y de la UPV. Cada uno expondrá su visión sobre el santuario paleolítico de Deba enclavado en un monte en el que Zeleta, del grupo Amenabar, explota la cantera de Sasiola.

Siguiendo el hilo en el que se han desarrollado las anteriores comisiones que abordaban el tema, las intervenciones irán por dos caminos opuestos. El de Miren Azkarate, que previsiblemente defenderá que la cueva de Praileaitz está bien protegida y el del resto de comparecientes que intentarán demostrar que no es sólo la cueva la que necesita protección sino el entorno, la ladera. «Lo que tiene valor es el monte porque contextualiza la cueva», apuntaba ayer Xabi Otero, de Praileaitzen Lagunak.

Entre las probables novedades que aporte Azkarate estará el informe que Lakua encargó a Jean Clottes, uno de los grandes especialistas en arte rupestre. Tal y como trascendió a la prensa en su momento, el experto recomendaba, entre otras cosas, «extender la protección a todo el flanco de la colina situada frente al Deba, en la cual se abre Praileaitz I. Este deseo responde a dos preocupaciones principales: el principio de precaución con respecto a la preservación de las pinturas... (y) la protección del contexto medioambiental del yacimiento».

La anterior comisión tuvo lugar en febrero y en ella Azkarate anunció que la Agencia del Agua había notificado a la cantera que debía abstenerse de actuar en la ladera en la que se abre el santuario paleolítico, mientras se aclaraba si estaba amparada por la Ley de Costas. En septiembre la agencia multó con 60.000 euros a Zeleta por actuar ilegalmente en una zona que sí consideró protegida -se trata de la cantidad máxima para una falta calificada como «leve» y muy menor a las pérdida que la empresa cuantificó en dos millones de euros-. La resolución respondía a una denuncia presentada por Praileaitz SOS y Mutriku Natur Taldea. Estos últimos la recurrieron por considerarla «del tipo salomónica y de mínimos». Valoraciones a parte, el caso es que las voladuras por parte de Zeleta han proseguido en la ladera de Praileaitz.