Floren Aoiz www.elomendia.com
¿Euskadi y Navarra?
Usando los términos de la negación de nuestra nacionalidad y nuestra territorialidad se termina apuntalando la negación de nuestra nacionalidad y nuestra territorialidad
Cuando todavía resuenan los ecos de la polémica sobre el nombre de la selección de fútbol, el puente de Endarlatsa, entre Gipuzkoa y Nafarroa Garaia, ha vuelto a demostrarnos la importancia de las palabras.
Según la mitología vasca, lo que tiene nombre es, existe. Será por eso que algunos no quieren siquiera pensar que exista una Euskal Herria de siete territorios y por eso no la nombran, no vaya a hacerse realidad. Sí hablan de una Euskadi de tres, que existe porque es una comunidad autónoma española. Euskal Herria, en cambio, para algunos es una entelequia (no saben qué es una entelequia, está claro) y para otros una ficción, o un nombre que quiere imponerse por oscuros intereses políticos (¿será que Axular era de la izquierda abertzale?).
Pero las palabras sí son importantes, y cuando se trata de nombrar un país (una región o varias, según otros puntos de vista), extraordinariamente importantes.
«Deia» decía esta semana sobre el puente de marras que «el nuevo viaducto de Endarlatsa unirá Euskadi con Nafarroa». A nadie le extrañaría leer esto en «Diario de Navarra», ¡pero en «Deia»! Es más, ni siquiera «Diario de Navarra» titulaba así su noticia, aunque evidentemente ése era su punto de vista. Y «Diario de Noticias», que se presenta como «el otro» pero muchas veces parece «otra versión más guay de lo mismo», decía en portada y repetía en páginas interiores que «El presidente navarro, Miguel Sanz, y el lehendakari Juan José Ibarretxe presenciaron el acto de abatimiento de los dos semiarcos que forman el viaducto de Endarlatsa, uno colocado en tierras navarras y el otro en suelo vasco».
Euskadi y Navarra, suelo vasco y tierras navarras. No tenemos un problema sobre el nombre de nuestro país, no nos engañemos. Hay diferentes opiniones sobre el mismo y hay quien defiende Euskal Herria, otros Euskadi y otros Nafarroa Osoa, pero, desde mi punto de vista, la clave está en aquello a lo que nos referimos. ¿Siete, cuatro, o tres territorios? ¿De qué estamos hablando, de una nación, de una región, de un espacio cultural, de una nebulosa, de un akelarre?
No creo que haya que tener miedo a la discusión. Discutamos tranquilamente sobre el nombre que queremos darle a nuestro país. Escuchemos argumentos y que cada cual defienda su criterio. Pero usando los términos de la negación de nuestra nacionalidad y nuestra territorialidad se termina apuntalando la negación de nuestra nacionalidad y nuestra territorialidad. Repitiendo el discurso de la partición (navarros y vascos, vascoespañoles y vascofranceses, Euskadi y Navarra...) se ahonda en ella, se contribuye a normalizarla, se ayuda a instalarla en la conciencia colectiva.
Una misma expresión en «Diario de Navarra» y «Diario de Noticias» adquiere un efecto multiplicador, porque mucha gente cree que son dos referentes totalmente diferenciados sobre esta cuestión, cuando en realidad han usado la misma terminología y han planteado la cuestión en los mismos términos. ¿Y qué decir de «Deia»?
Sí importa cómo se llama la selección de fútbol. Es trascendente que sea regional o nacional. E importa mucho cómo se relata la noticia del puente de Endarlatsa. ¡Vaya que sí importa!