CRÓNICA Epidemia en Zimbawe
El cólera sirve para exigir la marcha de Robert Mugabe
a presión internacional se acentuó ayer sobre el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, cuya marcha exigió Estados Unidos. Mientras, este país africano se ve azotado por una plaga de cólera que se extiende sin pausa. L
GARA
Paralizado desde hace meses, sumido en una crisis política de la que no se ve la salida, el país continúa degradándose en los ámbitos económico, alimentario y sanitario.
La epidemia de cólera, que el Gobierno calificó el jueves de «emergencia nacional», ha provocado ya la muerte de 575 personas y 12.700 han sido ya infectadas, según la ONU. Sólo en la capital, Harare, se registraron el jueves por la noche 179 víctimas y 6.448 casos sospechosos, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), de Ginebra.
Ayer por la mañana, durante un desplazamiento a Copenhague, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, reclamó la dimisión del presidente de Zimbabwe. «Ha llegado la hora de que Mugabe se vaya. Pienso que es más que una evidencia», señaló Rice.
«Los zimbabuos son los únicos que pueden decir a Mugabe que se vaya a través de las vías constitucionales», le respondió el ministro zimbabuo de Información, Sikhanyiso Ndlovu.
La UE refuerza sanciones
La Unión Europea, por su parte, reforzará el lunes sus sanciones contra Zimbabwe, añadiendo una decena de nombres a la lista de personas que tienen prohibida su entrada en la UE, indicó un responsable.
Por su parte, Sudáfrica anunció que la próxima semana enviará a Harare una delegación de expertos encargados de evaluar las necesidad de su vecino, al tiempo que instó a los responsables políticos zimbabuos que dejen de lado sus diferencias.
«No es el momento de pedir cuentas», declaró el portavoz del Gobierno sudafricano, Themba Maseko.
«Me sorprendería mucho si la epidemia de cólera, la muerte de zimbabuos inocentes como resultado del fracaso de los políticos a la hora de ponerse de acuerdo, no sirviera para que, por fin, tomasen medidas urgentes», añadió Themba Maseko.
El jueves por la noche, el primer ministro kenyata, Raila Odinga, consideró necesario que Mugabe, que gobierna Zimbabwe desde 1980, se marche. «Ha llegado la hora de que los gobiernos africanos realicemos las acciones necesarias para echarlo del poder», declaró.
La epidemia de cólera se ha extendido muy rápidamente en en un Estado en el que el sistema sanitario está completamente desmantelado, las redes de agua y de saneamiento se encuentran destrozadas, la inflación ha llegado a extremos delirantes y el personal sanitario desmovilizado.
Existe el riesgo de que el cólera se extienda a Sudáfrica si no se mejoran las condiciones de vida de los refugiados que han cruzado la frontera para huir de la enfermedad no mejoran, según la organización Human Rights Watch (HRW).
«Nuestros hospitales no funcionan», reconoció el jueves el ministro zimbabuo de Sanidad, David Parirenyatwa, apelando a la ayuda internacional.
Gran Bretaña, antigua potencia colonial, desbloqueó una ayuda de diez millones de libras (11,5 millones de euros).
«Por una vez, estamos de acuerdo con el Gobierno de Zimbabwe. Es una emergencia nacional», declaró el primer ministro británico, Gordon Brown. «El Estado caduco de Mugabe ya no es capaz y tampoco tiene la voluntad de proteger a su pueblo, miles de personas han sido golpeadas por el cólera y hay que ayudarles urgentemente», señaló Brown.
Mugabe continuó hablando de cuestiones políticas, advirtiendo de que convocará nuevas elecciones si el acuerdo para compartir el poder con la oposición no funciona.
«No estamos de acuerdo en darle a la oposición trece ministerios y compartir la cartera de Interior. Pero si este acuerdo no funciona en el plazo de año y medio o dos años organizaremos nuevas elecciones», declaró Mugabe al diario «The Herald».
El acuerdo firmado por Robert Mugabe con la oposición el pasado 15 de setiembre para superar la grave crisis política abierta tras las elecciones de marzo aún no ha entrado en vigor.