El sindicato LAB reunió ayer en Asamblea Nacional a sus delegados en Donostia, con el objetivo de analizar el escenario social, económico y político que dibuja la crisis por la que atraviesa el sistema capitalista, y la estrategia con la que la central sindical debe abordar la necesaria salida de una coyuntura que está afectando profundamente a la clase trabajadora en Euskal Herria. La reflexión realizada por el sindicato parte de una premisa: se puede gestionar la crisis desde posiciones de confrontación, abriendo frentes de reivindicación allí donde sea necesario y sin hacer el trabajo sucio a las clases dominantes, que pretenden solucionar el caos en el que han sumido a la economía a base de despidos y subsidios de desempleo. Para ello, el sindicato aboga por una acumulación de fuerzas que haga posible un nuevo escenario social y sindical, un modelo radicalmente diferente al que ha impuesto la Constitución española en los últimos treinta años: capitalismo como modelo económico y Madrid como único ámbito de decisión político. Romper estas barreras es, por lo tanto, el objetivo que se marca LAB, y el punto de partida para acumular fuerzas a través de futuras alianzas.