En la última jornada de trabajo de la planta de Mercedes de Gasteiz antes de parar la actividad hasta el próximo 20 de enero, la dirección planteó a los sindicatos un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de setenta días para el año 2009, que afectaría a 2.881 empleados. En la reunión la dirección entregó a los representantes sindicales la documentación del expediente, que se pondría en marcha el próximo 16 de febrero, fecha a partir de la cual se suspendería la actividad setenta días distribuidos de forma aleatoria.

El expediente afectará a 2.881 de los 3.319 trabajadores de la planta alavesa. Toda la plantilla, con la exclusión de los altos cargos y los 193 trabajadores mayores de 53 años, para no perjudicar a sus jubilaciones. Además, la empresa dio por hecho que no renovará los contratos de 133 eventuales.

La empresa alegó para justificar el ERE la previsión de caída de ventas de hasta un 40%. Así, contempla una producción de unas 61.000 unidades anuales frente a las cerca de 99.000 de un ejercicio «normal». Como consecuencia plantea una reducción de un tercio de las jornadas de trabajo. Este año, incluso con la paralización de la actividad durante varios días, prevé alcanzar un récord de fabricación de 102.000 furgonetas Viano y Vito.

Desactivar la reacción

Dirección y sindicatos volverán a reunirse el próximo martes. Durante el encuentro, delegados de ELA y LAB protestaron ante la dirección por presentar el expediente el último día de trabajo, con lo que, en su opinión, pretenden desmovilizar a la pantilla para que no reaccione y no se entere de primera mano, por sus propios representantes, de lo que está pasando.

La ley establece que el comité de empresa cuenta con quince días para analizar este tipo de propuestas. Estos sindicatos pidieron que este periodo empiece a contar desde el 20 de enero y no desde ayer, solicitud que la dirección rechazó para lo que contó el apoyo de la presidencia del comité (UGT).

Esta suspensión de la producción durante los días que señale la empresa se produciría al margen del bolsín de 18 días, recogidos en el convenio vigente, durante los cuales la empresa puede cerrar la cadena de montaje y mandar a casa a los trabajadores. Desde el verano ya ha utilizado algunos de estas jornadas. La dirección había planteado ampliarlos hasta 30 días pero sólo UGT y CCOO se han mostrado dispuestos.

Ahora la empresa puede intentar negociar esas medidas con la presión del ERE. LAB mostró su rechazó al expediente en una empresa que en la actualidad declara beneficios. Recordó que en los últimos años se ha aumentado la carga de trabajo por trabajador. «Es muy significativo que en 2003 se fabricaban 18 vehículos por trabajador y en 2008 se han fabricado 31 por trabajador y año», afirmó.

En su opinión, los avances tecnológicos que se han aplicado han beneficiado exclusivamente a la producción y al capital y no a las personas, y señaló que el primer paso debería ser bajar el ritmo de trabajo. Añadió que, además de soportar un incremento de la carga de trabajo, el volumen de la plantilla ha disminuido en un 20%.

Insistió en la necesidad de que el período de negociación empieza a contar desde que la plantilla se reincorpore al trabajo, el 20 de enero.

Asimismo, denunció que la empresa no entrega documentación sobre la situación de la planta de Gasteiz. «Con este desarrollo de las negociaciones lo que quiere la dirección es que los trabajadores queden desmovilizados, desactivando lo más posible el papel de la plantilla». denunció el sindicato abertzale.