A pesar de la intensa lluvia y de las trabas por parte de la Guardia Civil, alrededor de 300 personas se manifestaron ayer en Leitza para defender el derecho a ondear la ikurriña en todas las instituciones vascas, al tiempo que rechazaron la imposición de la bandera española.

Coincidiendo con el acto convocado por la iniciativa Bai Euskal Herriari, la Guardia Civil colocó un control de tráfico en el acceso principal a Leitza e identificó a las personas procedentes de otras localidades, incluidos trabajadores de los medios de comunicación.

Debido a la intensidad de la lluvia, los actos folklóricos y deportivos previos a la manifestación se desarrollaron en los soportales del ayuntamiento, también bajo la vigilancia del citado instituto militar.

A las 13.30, alrededor de 300 personas iniciaron la manifestación por las calles de Leitza tras una única pancarta con el lema «Geurea ikurriña. Bai Euskal Herriari». Los participantes portaron numerosas ikurriñas y banderas de Nafarroa, al tiempo que corearon gritos como «Ikurriña bai, espainola ez» e «Independentzia».

La movilización finalizó en los porches del ayuntamiento con un acto en el que intervinieron bertsolaris, representantes de la iniciativa Bai Euskal Herriari y el propio alcalde de la localidad navarra, Xabier Zabalo. Éste hizo un llamamiento a los responsables de las instituciones vascas a no cumplir las disposiciones españolas «en contra de Euskal Herria», así como a defender las decisiones y la voluntad de la ciudadanía.

«Hemos vuelto al franquismo»

Por su parte, Ainara Gastearena constató la diferente situación que se da en Groenlandia y en Euskal Herria respecto al derecho de sus habitantes a decidir su futuro, y Mikel Luloaga denunció las medidas que vienen adoptando los poderes españoles para imponer «banderas extranjeras» y tratar de «hacer desaparecer las señas de identidad de Euskal Herria».

«En este comienzo del siglo XXI, somos un pueblo que va hacia atrás. En el asunto de las señas de identidad vascas, hemos vuelto a tiempos del franquismo», afirmó Luloaga, que puso como ejemplo el caso de la persecución a la ikurriña en Atarrabia en contra de la voluntad de los vecinos.

Por último, dijo que en Euskal Herria «sólo aceptararemos una bandera española: la de la embajada que les dejaremos poner en la Plaza del Castillo si aceptan y respetan a Euskal Herria».