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SEGUNDA Marcos marcó y acabó expulsado

Dos errores dejan sin valor el mejor partido de la temporada

Dos despistes en una falta en los primeros minutos y en el fallo de cálculo en un despeje en los últimos derrotan a la Real en su encuentro más completo hasta que en la recta final vio agotada su gasolina.

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REAL SOCIEDAD 1 - ALBACETE BALOMPIÉ 2

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La Real completó ayer su mejor partido de la temporada y tuvo juego, ocasiones y méritos más que suficientes para ganarlo. Pero dos errores graves y la falta de gasolina en los últimos minutos permitieron al Albacete lograr la victoria. Además el partido acabó con la segunda expulsión de Marcos que deja a Lillo, un fin de semana más, con sólo doce jugadores de campo del primer equipo para el partido contra el Salamanca.

El resultado no refleja para nada la clara superioridad que se vio de la Real sobre el Albacete. Pero en el fútbol, cuando no sobra la calidad como a algunos equipos de Primera, los partidos se deciden por aspectos mentales en jugadas muy puntuales. Ya apuntábamos ayer que la semana recordaba la previa de la visita a Sevilla y, de la misma manera que no es casualidad que el equipo obtuviera tres empates y tres victorias con sólo dos goles encajados en los seis partidos posteriores a sentir que se acercaba el final de lo que padecen, tampoco lo es que ayer encajara los mismos goles en noventa minutos. Y no es un problema de actitud, porque es imposible jugar con más. Es un tema de concentración y lucidez en momentos puntuales y eso es lo que faltó en dos jugadas.

La Real no había encajado ningún gol en una acción de estrategia al margen del lanzamiento directo de Moisés en aquel partido de Tarragona que empezó la racha positiva. Y ayer por vez primera el equipo recibió un gol en un fallo grave colectivo en una de las pocas opciones que concedió a balón parado. En otros partidos esas acciones habían dado triunfos a la Real y ayer dispuso de infinidad de faltas y corners, los dos centrales subieron a rematar todas aquellas que se producían en el medio campo rival por primera vez, y las únicas ocasiones llegaron en un despeje de un jugador del Albacete y en un balón que golpeó en la rodilla de Markel.

La Real hasta ayer apenas había concedido regalos en defensa, pero a Markel le faltó lucidez en el minuto 90 para calcular bien el despeje de un balón y permitió a Diego Costa sentenciar el partido sin tiempo de reacción. Tampoco es casualidad que un jugador que ha estado noventa minutos corriendo no tenga claridad al final y sí la aporte el brasileño en la segunda oportunidad que tuvo tras disputar sólo 45. Por contra, Necati sigue negado con el gol y no acertó ayer en el partido en el que más ocasiones tuvo.

Dominio absoluto

Aunque en el fútbol no hay casualidades y todo tiene su lógica, la derrota de ayer supuso una injusticia absoluta porque la Real jugó con un ritmo, una intensidad y una actitud ejemplar. Desde el primer momento se impuso gracias a la gran presión de todo el equipo, que conseguía recuperar enseguida el balón. Los dos medios centros defensivos presionaron como saben, pero la línea de tres trabajó bien en esa tarea y además con el balón jugó a un gran nivel gracias especialmente a Xabi Prieto. En una posición más centrada se movió siempre con criterio, ofreció referencias en todo el momento y el Albacete sólo encontró forma de frenarle a base de faltas. Tampoco es casualidad que el donostiarra volviera a dar una asistencia.

De la capacidad de recuperar el balón rápido y de jugarlo con criterio habla la estadística de posesión de balón -un 66% a favor de la Real y un 34% del Albacete- que reflejaba el partido en el minuto 70. Pero lo más importante es que esa posesión se dio en el medio campo rival y con el balón en los pies de los jugadores de más calidad, sobre todo Xabi Prieto. Los centrales y el portero apenas participaron en el juego a diferencia de lo que sucedía en otros partidos.

A la Real sólo le sobraron esos dos errores defensivos y le faltó generar ocasiones más claras. Porque en el minuto 78 la Real había realizado trece disparos a puerta por sólo tres del Albacete, pero las opciones más claras, al margen del gol de Marcos, llegaron en dos de las constantes faltas que lanzaba la Real -las ya apuntadas- y en tres remates de Necati que tuvieron buena respuesta por parte de un Cabrero que hizo bueno el cambio de portero decidido por su técnico.

A partir de la última fallada por el turco en ese minuto y de que Xabi Prieto pidiera el cambio por un problema muscular inmediatamente después, la Real bajó su nivel. Primero porque cuando un equipo perdona las ocasiones anímicamente se resiente. Segundo porque Xabi Prieto fue la referencia del juego y, sobre todo, porque la Real físicamente acusó el gran desgaste realizado hasta entonces.

Por eso tampoco es ninguna casualidad que en los últimos veinte minutos los realistas vieran casi todas sus tarjetas amarillas, con la expulsión de Marcos. El equipo empezó a llegar tarde, a tomar decisiones equivocadas y una de ellas fue la de Markel, que sin ningún rival a su alrededor se precipitó en un despeje con la mala suerte de que el balón fue a donde estaba Diego Costa. El Albacete había compensado en el último cuarto de hora el dominio absoluto que hasta entonces tuvo la Real y llegaba mejor al área de Bravo, pero en ningún momento mereció ese gol que encontró. Por eso el equipo debe superar la derrota y sacar una lectura muy positiva de su mejor partido.

 

Lillo: «Si no marcas te matan, pero no es normal que te metan dos goles casi sin tirar»

Juanma Lillo manifestó tras el partido que «si empatamos estaría igual de encabronado, pero con un punto más ahora. Si no marcas te matan. Es que no han tirado a puerta, no es normal que te marquen dos goles casi sin tirar. Nosotros hemos tenido situaciones, ocasiones, manejo de partido, un montón de faltas... y cero puntos».

Añadía que la derrota llegó «como consecuencia de algo anormal, no producto del juego, que es de lo que puedes hablar. Del desarrollo no hay que poner ningún reparo a nadie, ha sido el mejor partido como visitante, con más presencia, pero para casita sin puntos».

Se le preguntó si al final el equipo pudo acusar el cambio de Xabi Prieto y explicó que «lo ha pedido porque tenía el aductor tocado. Si mete Imanol sería un gran cambio. No se puede establecer una causa-efecto, no hay una relación en los aconteceres, teníamos que haber acabado con empate a uno y pierdes un jugador por una falta que no ha hecho». Pese a eso ayer no criticó a González González tras lo que dijo por lo sucedido ante el Eibar: «Valoré la actitud posterior como persona, no los errores. Hoy no creo que el árbitro tenga culpa de nada».

Quiso hacer una lectura positiva de lo sucedido porque «si tienes que perder no es lo mismo hacerlo mereciendo ganar. El empate es un mal resultado, vas a casa sin puntos, pero no inseguro y sí orgulloso del equipo. Aunque la clasificación no te llena de orgullo, a falta de puntos cuando haces lo que hemos hecho para ganar...». GARA

Vuelta en autobús y día de descanso

La expedición realista regresó por la noche en autobús, descansará hoy y mañana a las 15.30 en Zubieta comenzará a preparar el partido del sábado en Anoeta a la cinco contra el Salamanca.

Victorias claras de los dos juveniles y del primer cadete

El juvenil ganó 6-1 al Eibar y cierra la primera vuelta segundo a un punto del Athletic. El segundo venció 0-2 al Hernani y llega al ecuador líder con dos puntos sobre el Athletic. El cadete goleó 0-8 al Tolosa y sigue segundo a dos puntos del Athletic.

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