Cadena perpetua para Bagosora, «cerebro» del genocidio ruandés
Théoneste Bagosora, considerado el «cerebro» del genocidio tutsi que se produjo en Ruanda en 1994 y que provocó la muerte de 800.000 personas, fue condenado ayer a cadena perpetua por el Tribunal Penal Internacional, al igual que otros tres altos cargos militares.
GARA |
El coronel Théoneste Bagosora, presentado como el «cerebro» del genocidio de 1994 en Ruanda que provocó la muerte de 800.000 personas, fue condenado ayer a cadena perpetua tras el juicio al que fue sometido en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), con sede en Arusha, al norte de Tanzania, que ha durado más de seis años.
Otros dos acusados, el ex comandante de operaciones en el sector militar de Gisenyi (noroeste), el teniente coronel Anatole Nsengiyumva, y el jefe del batallón paramilitar en la zona del aeropuerto de Kigali, el comandante Aloys Ntabakuze, fueron condenados a la misma pena, también por «genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra».
La matanza de tutsis, la etnia minoritaria de Ruanda, comenzó en abril de 1994, después del atentado mortal contra el presidente ruandés, el hutu Juvenal Habyarimana, cuyo avión fue derribado.
Este suceso fue el desencadenante para que, en poco más de tres meses, más de 800.000 tutsis y hutus moderados fueran masacrados por milicias, soldados del Ejército y la propia población civil, alentada por la radio Mille Colines y por líderes locales.
Bagosora estaba acusado, además, de hacer ordenado la muerte de diez soldados belgas de las fuerzas de la ONU que estaban presentes en Ruanda para mediar tras la guerra civil que vivió el país entre 1990 y 1993.
Según el fiscal del TPIR, Hassan Bubacar Jallow, Bagosora, Nsengiyuma y Ntabakuze «prepararon, planearon, ordenaron, dirigieron, incitaron, alentaron y aprobaron el asesinato de civiles tutsis inocentes».
Bagosora, hutu de 67 años, era el director de gabinete del Ministerio ruandés de Defensa en el momento del genocidio y ha sido presentado como el «cerebro» de las masacres por el tribunal por la Fiscalía en este juicio que comenzó en 2002.
La sentencia considera que Bagosora dirigió de facto el Ejército ruandés tras el atentado contra Habyarimana, en el que también murió el jefe del Estado Mayor ruandés, el coronel Déogratias Nsabimana.
El Tribunal también ha responsabilizado a Bagosora de la muerte de la primera ministra Agathe Uwilingiyimana, considerada excesivamente moderada por los extremistas hutus.
Junto a ello, la sentencia destaca que la muerte de los cascos azules belgas tenía como objetivo provocar que la ONU se retirase de Ruanda para poder llevar a cabo el genocidio sin obstáculos.
El representante del Gobierno de Ruanda ante el TPIR, Aloys Mutabingwa, aseguró estar satisfecho con la condena a Bagosora. Supervivientes del genocidio pidieron que se juzgue a más responsables.