Como si tuviera una piedra rectangular en el lomo, o un kilo de plomo en sus botas cuando menos, Tau Baskonia sufrió para imponerse al Alba Berlín en su primer contacto con la cancha 02 World, emplazamiento que acogerá la Final Four de la presente temporada.

Y es que el cuadro gasteiztarra debió lidiar en un choque trabado y sin ritmo, pestoso, espeso, empalagoso, melifluo... cualquier adjetivo que a uno le puede evocar la ausencia absoluta de fluidez. El conjunto berlinés es correoso como un jabalí cuando juega en su pista y, de hecho, permanecía invicto en su feudo hasta ayer.

Así las cosas, los pupilos de Pavicevic plantearon un encuentro feo, jugado de forma sincopada, sin dejar que Tau Baskonia pudiera imponer su estilo. Ivanovic, que tampoco estuvo muy brillante con la pizarra, cayó en la trampa impuesta por su ex compañero de equipo en la Jugoplastica, de modo que la victoria es doblemente meritoria; al mismo tiempo, tiene una lectura negativa, puesto que hay más conjuntos que explotan el narcotizar los partidos, pero que además tienen bastante más calidad que los berlineses. He ahí una lección que deben aprender desde ahora mismo los baskonistas para lo que resta de temporada.

Reacción justo a tiempo

De cualquier manera, los hombres de Ivanovic dominaron el marcador durante casi todo el partido. Con las rotaciones mostrando su peor versión otra vez, el cuadro alavés hechó mano de su quinteto titular hasta la asfixia, logrando un máximo de nueve puntos de ventaja con 56-65 en el marcador.

No obstante, la escuadra alemana jamás bajó los brazos, y de la mano de Wright comenzó a darle la vuelta al luminoso. Con Rako en el banquillo, Chubb y Nadjfeji pararon en seco a Splitter, a Teletovic se le mojó la pólvora tras el descanso -dejó un par de buenos detalles en el juego de pases, pero a veces toma pésimas decisiones, aunque acaben en canasta- y Prigioni se obcecaba en jugar un pick'n roll que ayer no salía.

Entre bromas y risas, las canastas de Wright y un triplazo del ex baskonista Jacobsen certificaron un parcial de 10-0 que le daban la vuelta al electrónico. 66-65 a falta de dos minutos, y tiempo muerto de Ivanovic.

La solución fue, a fin de cuentas, tirar de veteranía. En un mismo ataque, Tau Baskonia sacó cuatro faltas, con el corolario de tres tiros libres que provocó un Rakocevic que sigue sin fallar desde los 4,60 metros en la Euroliga -y que dure-: 66-68. La posterior defensa de Vidal fue de antología, provocando el error y la pérdida por campo atrás a un Wright que adoptaba peligrosas maneras Iversonianas, amasando el balón y asumiendo todos los tiros. La consiguiente posesión trajo un dos más uno de Splitter con la eliminación del serbio Nadjfeji. Con 66-71 y pasos de Sesay, todo pintaba mejor. Mickeal respondió a Wright desde la media distancia, y se acabó lo que se daba.

Victoria, sí, pero que el buen resultado no tape la espesura del horrible juego gasteiztarra.