La cercanía del final del año es un buen momento para hacer una recapitulación sobre lo realizado... y, en el caso de la indutria norteamericana del cine, sobre lo ganado y perdido en taquilla. En 2008, Batman, Iron Man, Indiana Jones y Hancock han arrasado en todo el mundo y únicamente cintas animadas como «Wall-E» y «Kung Fu Panda» o la comedia romántica «Sex and the City», han sido capaces de mantener el ritmo impuesto por las cintas de acción. La secuela del hombre murciélago en «The Dark Knight», con alrededor de 1.000 millones de dólares recaudados, ha sido la triunfadora absoluta y se ha convertido en una de las películas más taquilleras de la historia, lista encabezada por «Titanic» (1997) con más de 1.800 millones de dólares.

Las decepciones del año han sido lideradas por 20th Century Fox, unos estudios que han visto cómo gran parte de sus proyectos eran ignorados por el gran público, a pesar de la inversión en promoción y en rostros conocidos. «Meet Dave», con el popular Eddie Murphy, estrenada en julio y distribuida en más de 3.000 salas en EEUU, no ha llegado a cubrir los gastos de producción con los 50 millones de dólares que ha ingresado, de los que sólo un 23 por ciento corresponen a entradas estadounidenses. Un fracaso compartido por «City of Ember», protagonizada por Bill Murray y producida por Tom Hanks, que llegó en octubre a las carteleras y hasta la fecha su recaudación no ha alcanzado los 13 millones de dólares en todo el mundo.

Menos dramático ha sido el caso de la nueva aventura de los agentes del FBI Mulder y Scully, que han evitado los números rojos gracias a la legión de seguidores de sus «X-Files: I Want to Believe» que existen fuera de EEUU.

Las ovejas negras

Ninguno de los grandes estudios de Hollywood se ha librado del trago amargo de las taquillas. «Speed Racer» ha sido la oveja negra de Warner Brothers, responsable de «The Dark Knight». Ni su flamante reparto (Susan Sarandon, John Goodman, Christina Ricci), ni el regreso de los directores de «The Matrix» -los hermanos Wachowski-, ni sus efectos especiales, han logrado convencer a los espectadores como para recuperar la inversión de 120 millones.

Universal ha tropezado con George Clooney y Renée Zellweger y su «Leatherheads», Paramount ha sufrido los resultados de «The Love Guru» del comediante Mike Mayers (Austin Powers), a Columbia se le ha atragantado «88 Minutes» de Al Pacino y Buena Vista (Disney) ha padecido el «Swing Vote» de Kevin Costner. El pobre resultado de ese filme, lo mismo que la versión de Oliver Stone sobre la vida de George W. Bush, «W.» (Lionsgate), han sido la prueba de que en año de comicios los ciudadanos quisieron desconectar de política en el cine.

Tampoco ha sido infalible la fórmula empleada por los estudios de contratar a grandes estrellas para asegurarse la recaudación. La pareja Robert de Niro y Al Pacino ha pasado con más pena que gloria por EEUU con su «Righteous Kill» (Overture), igual que Leonardo DiCaprio y Russell Crowe en la película dirigida por Ridley Scott «Body of Lies» o Edward Norton y Colin Farrel por «Pride & Glory» (ambas de Warner).

Y un último dato: audiencia y espectadores han vuelto a demostrar su predilección por los protagonistas masculinos ya que solamente tres títulos liderados por mujeres se han colado entre los quince más taquilleros: «Sex and the City», con Sarah Jessica Parker; «Mamma Mia!», con la veterana Meryl Streep; y «Wanted», de Angelina Jolie.

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