Mercado del crudo
Productores y consumidores tratan de controlar el precio del petróleo
La caída histórica del precio del petróleo en la segunda mitad del año, precedida de una consecución de máximos históricos en la primera, ha hecho que los países productores y los consumidores intenten negociar un mecanismo de control de los precios que les asegure una previsión fiable para sus economías en un escenario de crisis mundial. Sin embargo, los intereses contrapuestos dificultan un acuerdo sobre «el precio justo» del crudo.
GARA |
Tras una escalada que parecía imparable y se mantenía desde enero de 2007, el precio del barril de petróleo ha caído de forma vertiginosa desde los casi 150 dólares en que se vendía el barril de petróleo en julio, hasta los menos de 40 actuales. El pasado martes el Brent cerró en torno a los 40 dólares.
Ni los países productores ni los consumidores están satisfechos con esta volatilidad que parecen no poder controlar. Quieren una mayor estabilidad en la cotización. Unos, para poder asegurar sus ingresos y otros, para no ver cómo se dispara su gasto energético en un momento de crisis.
Tal vez no estén de acuerdo en el precio ideal del petróleo o en las causas de su volatilidad, pero en lo que sí coinciden los países productores y consumidores de crudo es en la necesidad urgente de estabilizar el mercado. El desacuerdo se sitúa en dónde colocar la horquilla aceptable entre la que se puede mover el precio del barril.
Arabia Saudí, el mayor productor mundial de crudo, insiste en culpar de esa volatilidad a la especulación en los mercados de materias primas y, en el caso de las alzas, a los impuestos en los países consumidores, sobre todo en Europa y Japón.
«Continuamos creyendo que son elementos no fundamentales del mercado los que influyen en el precio del petróleo tanto al alza como a la baja», afirmó el ministro del Petróleo y Recursos Minerales, Ali Ibrahim Al-Naimi, en alusión a la especulación inversora, y restando importancia a los factores fundamentales de la oferta y la demanda, que son los utilizados habitualmente para explicar los vaivenes (conflictos en Nigeria, huracanes en México, crecimiento en China e India, crisis global...). Los países consumidores, anteriormente más reacios a denunciar la especulación, reconocen ahora que los mercados necesitan de un marco regulador más claro y «más transparencia sobre las posiciones de los inversores en los mercados de futuros», como señaló el ministro británico de Energía y Cambio Climático, Ed Miliband.
70 dólares
Al-Naimi calcula en 70 dólares por barril el precio del petróleo, que, en su opinión, favorecería las inversiones y satisfaría tanto a productores como a consumidores: «Es el precio que necesitan los productores para poder garantizar el suministro en el futuro», afirmó. Los países consumidores, sin embargo, se resisten a hablar de cifras, y Miliband no ocultó que «en la situación actual de crisis económica, son más beneficiosos los precios bajos».
La necesidad de estabilidad es la principal conclusión de una reunión sobre energía global que celebraron en Londres representantes de una treintena de países de todo el mundo para analizar el impacto de la crisis en el mercado energético.
Miliband se congratuló por la creación en octubre de un grupo de trabajo de materias primas que se ocupará de la supervisión de los mercados, bajo la presidencia de la Comisión estadounidense de Comercio de Futuros de Materias Primas y la Autoridad británica de Servicios financieros.
Las condiciones del mercado en las que se desarrolló el encuentro fueron muy diferentes al anterior, el pasado junio, cuando el objetivo era poner freno a los precios astronómicos del crudo. Seis meses después, el precio del petróleo ha bajado más de un 75%. De hecho, entonces nadie esperaba esta caída. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó de que el precio del petróleo acabaría el año en torno a los 200 dólares el barril, mientras la petrolera rusa Gazprom llegó a pronosticar un precio de 250 dólares.
En su informe sobre las perspectivas energéticas mundiales, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que los precios del petróleo aún volverán a subir por encima de los 100 dólares el barril. Calcula que ese será el promedio en los próximos siete años y que llegará a 200 dólares en 2030.
Al-Naimi advirtió de que la volatilidad de los precios perjudica la inversión en el sector, lo que es un riesgo también para los países consumidores porque no les garantiza el suministro futuro de crudo y, por tanto, la seguridad energética.
El secretario general de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), Abdalla El Badri, avisó de que en algunos lugares la inversión incluso se ha detenido, en parte por la dificultad de conseguir créditos en la presente crisis económica.
El director ejecutivo del Foro Internacional de la Energía (FIE), Nubuo Tanaka, incidió en que «los retrasos y cancelaciones en la inversión suponen un riesgo real de crisis de suministro».
Cambios históricos
En su evolución histórica el precio del petróleo había sufrido variaciones tan bruscas en contadas ocasiones. En realidad, entre 1946 y 1973 se mantuvo prácticamente estable en torno a los tres dólares el barril, que supondrían unos 25 dólares en el valor actual de esta moneda.
En 1973 comenzó la Guerra del Yom Kippur y el embargo de EEUU y otros países al petróleo árabe disparó los precios entre los 12 y los 15 dólares (en valores actuales, entre los 40 y los 50 dólares). Un nuevo incremento tras la revolución iraní y el inicio de la guerra entre Irán e Irak disparó los precios por encima de los 38 dólares el barril, que en su valor actual llegaría a un pico de unos 106 dólares en diciembre de 1979.
Entre 1982 y 1985, la OPEP intentó estabilizar los precios a través de cuotas, aunque algunos países miembros las superaron. En 1990, debido a la guerra del Golfo se disparó de nuevo hasta los 34 dólares (unos 60 actuales). Las nuevas tecnologías aplicadas a la producción contuvieron la cotización y la hicieron bajar hasta casi 10 dólares en 1998.
A partir de aquí se produce una subida continua, que ya indicaba algo más estructural, la previsión de que el agotamiento del petróleo se iba acercando y se acababa el tiempo del crudo barato. En 2004 se supera la barrera de los 50 dólares. En junio de 2005 se llega a los 60. La barrera de los 100 se superó en 2008, cuando, a partir de abril la cotización se dispara. En mayo llega a los 120 dólares y en junio alcanza los 147.
Pero la escalada es cortada en seco por la crisis que se extiende por todo el mundo y la previsión de un menor consumo en los próximos años. Todo lo que se ha encarecido cae en picado en un breve espacio de tiempo, hasta por debajo de los 40 dólares. Sin embargo, sólo la crisis contiene los precios, que podrían dispararse de nuevo en caso de una recuperación.
OPEP del gas
Si la OPEP quiere un mecanismo que estabilice los precios del petróleo los exportadores de gas también quieren organizarse mejor. El Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG) se ha convertido en una organización internacional, con sede en Doha, que coordinará la extracción, el transporte y la venta de ese carburante.
La decisión fue tomada en Moscú durante la séptima reunión ministerial del FPEG por los titulares de Energía de los mayores productores de gas, entre ellos Rusia, Irán, Libia, Argelia, Venezuela y Bolivia.
El titular ruso de Energía, Serguéi Shmatkó indicó que en la reunión se debatió la formación de precios del gas sin tomar decisiones y afirmó que los países miembros por ahora no se plantean coordinar su extracción de carburante, pero sí sus programas de inversión.
«No se debe comparar al FPEG con la OPEP», subrayó el ministro ruso para despejar los temores de que el Foro intente regular los precios del carburante en el mercado.
Creado en 2001, el FPEG está integrado por los productores de gas más importantes del mundo, que poseen el 73% de las reservas mundiales y controlan el 42% del hidrocarburo que se comercializa en el mundo.
Los países productores aseguran que no es el juego de la oferta y la demanda el que provoca los bruscos cambios de precios del petróleo, sino otros factores. Los países consumidores, hasta ahora reacios a admitirlo, han empezado a aceptarlo.
En junio, el FMI creía que el precio del crudo continuaría su escalada y acabaría el año en los 200 dólares el barril. Sin embargo, 2008 terminará en torno a los 40 dólares, lo que supone una caída del 75% del precio en apenas medio año.
En la inauguración del FPEG, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, advirtió que la crisis afectará más al sector del gas que al petrolero pero, con todo, afirmó que «la época de combustibles baratos, incluido el gas barato, está terminando».
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) sostiene que, pese a la reciente bajada debido a la crisis, el precio del petróleo aún volverá a subir por encima de los 100 dólares en los próximos años y prevé que llegue a 200 dólares en 2030.
Según el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el pasado 15 de diciembre, la gasolina costaba de media en la Unión 0,86 euros y el gasóleo, 0,89 euros, el 8,9% y el 10,83% menos que hace un mes, respectivamente. Con respecto a los máximos históricos que se alcanzaron el 14 de julio pasado, la diferencia es del 32,6% en el caso de la gasolina 95 y del 33,11% para el gasóleo.
En el Estado español, desde comienzos de año la gasolina y el gasóleo acumulan abaratamientos del 21,4% y del 25,7%. El litro de la gasolina ronda los 86 céntimos de euros, el nivel más bajo desde finales de enero de 2005, mientras que el del gasóleo cuesta 88,9 céntimos, un nivel inédito desde finales de enero de 2007. La gasolina es un 32% más barata que el máximo de 1,276 euros alcanzado en julio, mientras el gasóleo cae un 33% con respecto al récord de 1,329 euros marcado en las mismas fechas.
Sin embargo, desde el mes en que se alcanzó récord, el barril de petróleo Brent -el crudo de referencia en Europa- se ha devaluado el 60,2%, casi el doble. La diferencia con la variación del gasóleo y la gasolina se atribuye a que la mitad del precio son impuestos, que no varían y a la cotización del dólar.
Ya a pesar del descenso del precio de los combustibles, el consumo también baja. El consumo de gasóleo y gasolina se situó en 3,51 millones de toneladas el pasado mes de octubre en el Estado español, lo que supuso un descenso de en torno al 8% con respecto al mismo mes de 2007, según datos del último Boletín de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
A pesar del abaratamiento de estos dos combustibles, en octubre se consumió un 8,5% menos de gasóleo que en el mismo mes de 2007, tras los descensos del 2% de setiembre y del 10% en agosto. Al mismo tiempo, el consumo de gasolina cayó un 7,9%, frente al 3,2% y el 8,8% de los dos meses anteriores.
En los diez primeros meses del año, el consumo de los dos principales combustibles de automoción se situó en 34,5 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 4,1% con respecto al mismo periodo de 2007.
En el caso del gasóleo, el consumo descendió un 3,8% en los diez primeros meses, mientras que la demanda de gasolina lo hizo en un 6,2%.
«No se debe comparar al FPEG con la OPEP», subrayó Putin para despejar los temores de que el Foro intente regular los precios del carburante en el mercado. Constituido en 2001, el Foro está integrado por los productores de gas más importantes del mundo.