Un atentado suicida cometido ayer por un kamikaze en la entrada del más importante mausoleo chií de Bagdad provocó la muerte de al menos 35 peregrinos, muchos de ellos iraníes, cuando se acerca la celebración de la Ashura, el acontecimiento más importante para esta rama del Islam.

El atentado, el más sangriento desde el ataque suicida del pasado 11 de diciembre que provocó 55 muertos en un restaurante cerca de Kirkuk, se produjo en plana conmemoración del mes de Muharram, que finalizará el próximo miércoles con la celebración de la Ashura.

«Una mujer que llevaba una bomba ha accionado su cinturón cerca de una de las entradas al mausoleo. Según las primeras indicaciones, el balance es de 35 muertos y 65 heridos, la mayoría peregrinos iraníes, entre los que hay mujeres y niños», indicó a France Presse el portavoz de las operaciones de seguridad en Bagdad, el general Qassem Atta.

Los primeros balances variaban la cifra de muertos entre 37 y 40, según fuentes de los ministerios iraquíes del Interior y de Defensa.

La explosión se produjo hacia las 11.00 [10.00, en Euskal Herria] en la entrada del mausoleo del séptimo imán del Islam chií, Mussa Kazim, en Kazamiyah, un barrio del oeste de la capital iraquí.

Según militares iraquíes presentes en el lugar, la kamikaze accionó su dispositivo a la altura de los pórticos de seguridad colocados en cada entrada del mausoleo.

Los atentados suicidas son un modo de actuar frecuentemente empleado por los insurgente suníes -rama mayoritaria del Islam y también entre los árabes iraquíes- de Al-Qaeda.

El hospital más importante de Bagdad confirmó que había recibido decenas de heridos, entre ellos 22 iraníes.

Desde el 29 de diciembre, peregrinos chiíes, especialmente iraquíes e iraníes, acuden a los lugares santos del chiismo en Irak, especialmente a los situados en el barrio bagdadí de Kazamiyah, donde están enterrados el séptimo y el noveno de los imanes chiíes.

El miércoles por la noche también estalló una bomba al paso de un grupo de peregrinos chiíes 118 kilómetros al sur de Bagdad, en la localidad de Zafaraniyah, con un resultado de ocho heridos.

Millones de peregrinos

Se espera que millones de peregrinos acudan a Bagdad, pero sobre todo a las ciudades santas de Kerbala y Nayaf, en el sur, con motivo de la festividad de la Ashura, la conmemoración del martirio en el año 680 del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma e hijo del imán Alí.

En 2006 y 2007, estas ceremonias fueron objeto de atentados llevados a cabo por los insurgentes suníes.

Concretamente, el 5 de enero de 2006, un atentado suicida provocó 44 muertos en Kerbala, el principal lugar santo del chiismo.

El 6 de marzo de 2007, otros 117 peregrinos chiíes murieron en un atentado suicida al sur de Bagdad durante una importante ceremonia religiosa.

El barrio chií de Kazamiyah, donde se produjo el atentado de ayer, está separado del barrio suní de Azamiyah por el denominado puente de los Imanes.

Azamiyah ha estado durante mucho tiempo bajo el control de grupos insurgentes suníes y de Al-Qaeda, mientras que Kazamiyah es un feudo de la milicia chií del Ejército de el-Mahdi. Durante los años 2006 y 2007, eran frecuentes los enfrentamientos entre residentes de estos dos barrios bagdadíes.

Como muestra de la violencia extrema que ha sacudido a Azamiyah en los últimos tiempos, el cementerio de la mezquita Abu Hanifa, inaugurado en el verano de 2006, tiene ya más de 6.000 tumbas ocupadas. El 95% de las personas enterradas en este cementerio han fallecido de manera violenta. Mientras, desde 2007, Kazamiyah vivía un periodo de calma, que había permitido que los peregrinos volvieran a acudir a los mausoleos. No obstante, ya fue golpeado por un atentado el 27 de diciembre, cuando 22 iraquíes murieron y 54 resultaron heridos por la explosión de un coche bomba.

Por otro lado, el pasado viernes, 23 iraquíes fallecieron y 72 resultaron heridos en un atentado suicida cometido durante una reunión de jefes de tribus suníes, al sur de Bagdad.

A mediados de diciembre, el comandante de la fuerza ocupante, el general estadounidense Raymond Odierno, se felicitó porque ese mes fue el que menos incidentes violentos registró desde 2004.

En este contexto, el 31 de enero Irak celebrará elecciones parlamentarias, consideradas esenciales por Estados Unidos para «normalizar» el país.