La invasión de Gaza, ¿quién la ha decidido? Aunque parezca una paradoja de difícil asimilación, aseguran los que parecen entender algo de este agónico conflicto, ni los militares israelíes, ni siquiera el Ministro de Defensa, están completamente de acuerdo con la acción. ¿Entonces quién lo ha decidido? Pues, la fecha de las elecciones. O dicho de otro modo, el partido que mantiene el gobierno estaba políticamente muy tocado y como van a elecciones, la mejor manera de subir en las encuestas es atacar a los palestinos. Da bastante asco, pero no esto es algo bastante utilizado en todos los lugares donde existe un conflicto y la violencia política se practica con bendición o con excomunión, dependiendo de la oportunidad y siempre mirando al santo patrón del que tiene el poder y el dinero.

Zafarrancho de combate, sin periodistas, con rumores, es decir con una guerra paralela en los medios y sus intoxicaciones. Lo que más duele es la vergüenza institucional, las declaraciones que crean desazón, desmovilización, rabia. Europa y EEUU ni condenan, simplemente aseguran que se trata de una acción de defensa. Es decir que pueden hacer lo que les de la gana porque no van tener ni una reprimenda escrita en forma de resolución del Consejo de Seguridad, esos documentos que se escriben con tanta filigrana semántica para que no convenza a nadie. Y anuncian que esta «Operación plomo sólido» va a ser larga. O sea, van a arrasar, a machacar, a continuar con la tragedia, con la muerte como lenguaje.

Televisivamente el lenguaje es casi idéntico al que recordamos de las primeras acciones sobre Bagdad. Apagón informativo, imágenes de los bombardeos lejanos, algunas breves secuencias de la acción de los bombardeos y unos salmos vergonzosos sobre los muertos, heridos, detenidos o desaparecidos. Y para darle un poco más de morbo, nos filtran imágenes de los soldados israelíes rezando antes de emprender la matanza. Las televisiones intentan obtener informaciones del lugar de los hechos, pero solamente consiguen la confirmación del desastre humanitario. Testimonios telefónicos que no se apoyan en imágenes. No las habrá. Están realizando una masacre consentida.