Iñaki LEKUONA Periodista
Gaza incomparable
Recuerdo una superposición curiosa que se imaginó hace algunos años: la franja de Gaza sobre Euskal Herria. Más o menos, su costa viene a coincidir con la de Lapurdi más Jaizkibel, y la anchura de su territorio no va más allá de la docena de kilómetros. Calculando a ojo, en esta franja de terreno que va desde Baiona hasta Pasaia viven unas trescientas mil personas; allí, en aquella cárcel al aire libre, son millón y medio las que malviven.
En las primeras horas de esta última ofensiva israelí, cuando los palestinos muertos rondaban aún los dos centenares, pudo escucharse otra comparación, una superposición numérica con los fallecidos en los ataques del 11-M en Madrid. Aquel ataque terrorista conmocionó a occidente; el ataque no menos terrorista de Israel ni siquiera provoca la repulsa de los jefes de gobierno de los países que se llaman a sí mismos avanzados y que en otras ocasiones tanto se afanan en mostrar su más enérgica condena.
Hace casi un año, varias ONGs denunciaron la situación dramática de la población de Gaza a causa del cerco israelí. Hablaron incluso de crisis humanitaria. La situación hoy día, tras los incesantes bombardeos y los cortes de suministros de energía y alimentos, no tendría comparación posible con aquella. Y de qué sirve comparar cuando un palestino vale casi tan poco como un iraquí, pero infinitamente menos que un occidental. Y de qué sirve comparar cuando la impunidad israelí se acerca tanto a la estadounidense. La Gaza de la esperanza y resistencia si par arde bajo un diluvio de fuego indiscriminado. No importa. Sólo es una estrecha mancha de arena en el mapa de la geopolítica. Una vergüenza incomparable.