La ofensiva israelí ha superado ya la cifra de 500 muertos palestinos en nueve días en Gaza, donde los carros blindados israelíes tomaron ayer el control de numerosos ejes estratégicos, mientras se registraban enfrentamientos con miembros de las milicias palestinas en varios puntos de este territorio.

«El número de mártires asciende a 512, de los que 87 son niños, mientras que los heridos son más de 2.450», dijo el jefe de los servicios de urgencia en Gaza, Mouawiya Hassanien.

Las tropas israelíes, apoyados por bombardeos de la artillería y de la aviación, avanzaron en profundidad en varios sectores de Gaza, donde penetraron el sábado tras una semana de bombardeos aéreos.

Los principales combates se registraron en el entorno del campo de refugiados de Jabaliyah, al norte del territorio, y en el barrio de al-Zeitun, al este de la ciudad de Gaza.

Ayer, 63 palestinos, entre los que hay al menos 22 civiles, murieron como consecuencia de los ataques israelíes. Entre ellos, se encuentran cinco miembros de una misma familia, entre los que se incluye una niña de catorce años. El coche en el que viajaban recibió el impacto de un obús disparado por un carro blindado que había tomado posición en el lugar que ocupaba la antigua colonia sionista de Netzarim, a tres kilómetros al sur de la ciudad de Gaza. Una mujer y sus cuatro hijos fueron otras de las víctimas palestinas registradas ayer en Gaza.

El viceministro de Sanidad de Gaza y director general del hospital de Shifa, Hasan Yalaf, destacó que gran número de los fallecidos desde el inicio de la invasión terrestre son civiles.

«Israel dispara contra las casas y los mercados», dijo Yalfa, que denunció que la situación en Shifa, el principal hospital de Gaza, es dramática, ya que llevan más de 48 horas sin suministro eléctrico y no se cuenta con medicinas ni personal para hacer frente a la situación de emergencia.

Emergencia sanitaria

«Llevamos dos días funcionando con los generadores, que pueden pararse en cualquier momento porque no tenemos reservas de combustible. El hospital está totalmente desbordado y la situación que se vive es angustiosa», señaló Yalaf.

Para complicar aún más la situación, Israel anunció que no permitirá el paso de ayuda humanitaria debido a la invasión. «Los puestos fronterizos con Gaza permanecerán cerrados hoy [ayer]», dijo, lacónico, Peter Lerner, portavoz del Ejército israelí para la Administración civil de los territorios ocupados.

«Esperamos poder abrir los puestos mañana [hoy]», añadió Lemer.

El Ejército israelí reconoció que uno de soldados, el sargento Dvir Emmanueloff, de 22 años, falleció en los enfrentamientos con las milicias palestinas y que otros 30 resultaron heridos.

Fuentes de Hamas elevaron la cifra de soldados israelíes muertos a cinco, mientras que Abú Obeida, portavoz de las brigadas Ezzedin al-Qassam, brazo armado de Hamas, informó de que dos soldados israelíes fueron capturados al este de la ciudad de Gaza.

Abú Obeida añadió que la invasión terrestre podría tener «consecuencias negativas» para el soldado israelí Gilad Shalit, capturada por las milicias islamistas en 2006 y retenido en Gaza desde entonces.

«Los miembros de Hamas no están escondidos bajo tierra, sino que están sobre el terreno y liderando la batalla contra las fuerzas de ocupación. Adoran el martirio más que sus enemigos la vida», añadió Abú Obeida.

Decenas de familias palestinas huyeron de los sectores en los que se registraron combates hacia zonas más seguras, utilizando coches o camiones.

Pese a la invasión terrestre, las milicias palestinas fueron capaces de continuar lanzando cohetes contra posiciones israelíes en el Neguev. Ayer, el Ejército israelí informó de que impactaron 32 cohetes y de que una mujer resultó herida.

Un alto responsable de Hamas, Moushir al-Masri, afirmó que «el enemigo no ha logrado sus objetivos y la resistencia, con los pocos medios que tiene a su alcance, les ha sorprendido. En un momento u otro, el enemigo anunciará su fracaso y la resistencia proclamará su victoria».

Hamas criticó duramente la incapacidad del Consejo de Seguridad de la ONU, que tras cuatro horas de debate, no pudo aprobar un texto denunciando la invasión terrestre de Gaza, debido, fundamentalmente, a la intransigencia de EEUU.

Un alto responsable del Ministerio israelí de Exteriores, por su parte, afirmó que su objetivo actual es neutralizar las presiones que está recibiendo Israel para poder alcanzar sus objetivos antes de decretar un alto el fuego.

La OLP, mientras, ha convocado una reunión a la que asistirán todas las formaciones palestinas para abordar la situación en Gaza. Según informó Yasir Abed Rabbo, secretario del Comité Ejecutivo de la OLP, en esta reunión participarán también Hamas y la Yihad Islámica, aunque estos grupos no forman parte de la histórica organización palestina.

«La agresión de Israel no afecta únicamente a Hamas, sino a toda la población palestina», proclamó Abed Rabbo.

El dirigente de al-Fatah Marwan Barghouti lanzó desde la prisión un llamamiento a la unidad de todos los grupos palestinos «ante un ataque que padecemos todos los palestinos».

Si el sábado 20.000 personas se manifestaron en París para denunciar la ofensiva sionista contra Gaza, ayer fueron 12.000 las que salieron a las calles de la capital francesa para apoyar lo que denominaron «la acción de autodefensa de Israel».

El acto estuvo convocado por el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF) y en el mismo se cantaron los himnos francés e israelí.

El gran rabino del Estado francés, Gilles Bernheim, recordó especialmente a Gilad Shalit, ya que este soldado israelí tiene también la nacionalidad francesa. «Israel lucha únicamente por la libertad y la supervivencia de su pueblo. No hay ninguna voluntad de destruir a ningún otro pueblo», señaló Bernheim.

En otras ciudades europeas ayer se repitieron las movilizaciones en solidaridad con Palestina. Es el caso de Oslo, donde la Policía cargó con gas lacrimógenos después de que los manifestantes lanzaran piedras y huevos podridos contra la Embajada israelí en la capital noruega.

En Atenas se manifestaron 3.000 personas a convocatoria del Partido Comunista Griego (KKE), quemándose fotos de los presidentes de EEUU George Bush y Barack Obama. Otro millar de personas se manifestó posteriormente en la capital griega al responder al llamamiento de la coalición izquierdista Syriza y otros grupos. También quemaron banderas de EEUU e Israel. En Salónica, cientos de personas del entorno del KKE se manifestaron y quemaron banderas ante el Consulado de EEUU.

En Estambul fueron decenas de miles -700.000 según los organizadores- quienes salieron a la calle a instancias de un pequeño partido islamista, el Partido de la Felicidad. «Israel, maldito» o «Detened la masacre» fueron algunas de las consignas que se corearon.

Los manifestantes exigieron al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que rompa las relaciones diplomáticas con Israel. Turquía es uno de los pocos estados de mayoría musulmana que tienen relaciones normalizadas con el Estado sionista.

En Madrid, 2.000 personas exigieron el cierre de la Embajada israelí.