El itinerario entre el santuario de Arantzazu y las campas de Urbia es uno de los más populares y concurridos de Euskal Herria. Hoy, sin embargo, vamos a proponer una alternativa mucho menos transitada y conocida para unir estos dos espacios emblemáticos de la geografía vasca.

Ya desde el inicio vamos tomar un rumbo diferente al habitual: en la misma explanada situada frente al santuario (731 m), localizaremos un panel indicador junto al muro que se alza sobre el barranco. A su par arranca una escalinata que acomete un fuerte descenso hasta concluir, convertida ya en sendero, en el fondo de Arantzazu erreka (0.15 h)

Deberemos ahora continuar por el curso del arroyo corriente arriba, siguiendo un camino cementado que pronto alcanza un rústico puente que nos encaminaría hacia el cercano caserío Bellotza (0.30 h). No lo vamos a cruzar. Siguiendo el balizaje del PR-105 iremos ascendiendo por el pinar hasta trazar un marcado viraje, que nos lleva a cruzar una zona de pastos abierta en el bosque. Alzándose sobre el lado opuesto del valle destaca la mole rocosa de Gazteluaitz.

Hacia las campanas de Urbia

De nuevo inmersos en el pinar, siguiendo siempre el balizaje amarillo/blanco, iniciaremos un ascenso continuado hasta alcanzar un collado a 853 m., marcado a la derecha del peñasco rocoso de Arriona (1,25 h).

En este punto debemos de abandonar el trazado del PR-105, que desciende a la izquierda hacia Iturrigorri, para tomar a la derecha un tenue sendero (marcas rosas en los árboles), que va ganando altura con fuerza siguiendo un sendero semioculto entre la hojarasca. Finalmente, el camino comienza a trazar un faldeo en la ladera para alcanzar sabiamente el collado Zurkutz (1.137 m) (2,10 h).

Estamos a caballo sobre la sierra de Urkilla. Frente a nosotros se abre un horizonte que se desliza sobre la Llanada alavesa hasta alcanzar los montes de Burgos y la sierra de San Lorenzo. Acometemos a continuación el ascenso a una inmediata cumbre con buzón sin nombre (1192 m) y, tras pasar un breve collado, pisamos la redondeada cima de Naparbasoko punta (1.227 m) (2.30 h).

Tras ganar la cercana cima de Oburu (1.240 m), tomaremos el sendero balizado en blanco y rojo de la GR-121 que nos conduce a través del hayedo y del collado de Burdinkurutz (1.158 m) -marcado por una estela de piedra- hasta las campas de Urbia. (1.110 m) (3.30 h).

Frente a Aloña

Siempre que no haya niebla, vamos a evitar también en el descenso el trillado camino de Arantzazu. Dejando la ermita y la hospedería a nuestra izquierda, tomamos el antiguo Mandobide, que bordea las laderas de Enaitz en dirección noroeste. Llegamos así hasta el collado de Iferrutz (1.249 m) (4.10 h).

Vamos ahora a seguir los senderos bien marcados que rodean por la vertiente oeste la loma herbosa que tenemos frente a nosotros. El camino va manteniendo altura hasta abrirnos la vista hacia las cumbres de Aloña. Deberemos descender por la loma herbosa teniendo como referencia una alineación de piedras hincadas sobre el collado que aparece bajo nuestra vista. Siguiendo este rústico balizamiento, nos situaremos bajo la loma de Tellakaskueta (1.176 m) que tiene un buzón, pero a la que no es preciso ascender; la podemos rodear por la ladera que da vista a Arantzazu, cuyas torres observamos ya cercanas.

Dejando a nuestra derecha un bosque de pinos, pasamos frente a las bordas-chalet de Duru (985 m) (4.55 h). Nos sale al paso la pista que llega hasta este grupo de edificaciones. La seguiremos sólo durante unos metros. Poco más abajo, en una encrucijada, nos decidiremos por seguir el viejo sendero pedregoso que subía de Arantzazu. Así llegaremos a la parte superior del recinto Bitoriano Gandiaga. De allí sólo nos queda seguir las escalinatas de este nuevo edificio para regresar al aparcamiento (731 m) (5.25 h).