Ocho manifestantes arrestados y, al menos, el mismo número de traslados a centros sanitarios, decenas de contusionados e identificados y una persona hospitalizada. Ése es el balance hecho por AHT Gelditu! Elkarlana de la actuación policial contra lo que pretendía ser una acción pacífica de desobediencia civil en las obras del TAV que se desarrollan en Urbina. Los ocho detenidos continuaban ayer en manos policiales. La Ertzaintza busca de qué acusarles.

Hamas decidió ayer responder con un alto el fuego al anuncio unilateral de Israel del cese de hostilidades, lo que permitió a la población la primera jornada de relativa tranquilidad tras un infierno de 22 días. Los equipos de emergencia pudieron salir para iniciar las tareas de desescombro, que dejaron al descubierto un centenar de cadáveres, mientras en Tel Aviv consideran que Ehud Barak es el gran beneficiario político de las masacres y Tzipi Livni, la gran derrotada.

En 2006, los gobernantes israelíes ya sabían que iban a atacar a los palestinos de Gaza, independientemente de lo que ocurriera en las elecciones y posteriores negociaciones interpalestinas. Como decía el escritor israelí Uri Avnery, los bombardeos de Gaza «han multiplicado Hamas por mil». También los aliados de Israel en los regímenes árabes, comenzando por el egipcio Hosni Mubarak y el palestino Abu Mazen, están ahora en peor posición que hace un mes.