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Liga ACB

Robos, asistencias, triples, paliza... todo un espectáculo en La Casilla

Se acabó la mala racha liguera a costa de un MMT Estudiantes que sólo plantó cara en el segundo cuarto. La defensa bilbaina no acusó la ausencia de Weis y se hinchó a robar balones. En ataque, un arranque del tercer cuarto demoledor finiquitó el partido.

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BILBAO BASKET 99

ESTUDIANTES 65

Arnaitz GORRITI | BILBO

Se acabó la mala racha. Al fin llegó la tan ansiada séptima victoria para el zurrón de Iurbentia Bilbao Basket. Frente a un MMT Estudiantes intermitente, los de Vidorreta se dieron un gustazo.

Sin Weis, la defensa bilbaina destacó por su dinamismo. De esta guisa, los locales robaron hasta 19 balones. Por otro lado, el ataque también vivió un día luminoso, así en el porcentaje de tiro como en el impresionante número de asistencias: 23.

Y es que el choque enseñó desde el principio el brío con el que saltaron los hombres de negro. El duelo quedaba encarrilado en una gran primera parte en la que destacó la defensa y un ataque perfectamente dirigido por Blums y ejecutado por Pasalic -que acusó positivamente su rol de pívot titular-, logrando un parcial de 21-6 al pasar del 4-7 al 25-13. A diferencia de otros partidos, los bilbainos atacaron con paciencia, buscando bien las mejores opciones de tiro, fueran éstas al principio o al límite de la posesión.

El único momento de peligro estuvo en el segundo cuarto, en el que una zona 2-3 apretó el marcador hasta el 34-30. Por su parte, el debut de Markota quedó algo difuso, al estar perdido en lo que a sistemas se refiere. Pero un parcial de 12-1, en el que Vázquez reverdeció viejos laureles, dejó el choque 46-31 al descanso. También es necesario destacar la oscura labor de Quincy Lewis y del sempiterno Marko Banic -amén de sus 15 puntos-, al que no le faltarán «novias» este verano.

A triple limpio

Mucho se debía torcer el encuentro para que se les escapara a los bilbainos. Pero por si acaso, los de Vidorreta finiquitaron el duelo a triple limpio. Dos de Blums, uno de ellos desde más de ocho metros, y dos más de Recker reventaron el partido. Hasta Markota se estrenó desde más allá de la línea de 6,25.

Con el choque decidido, una vez más destacó el buen humor de la `Demencia', cantando aquello de `este partido lo vamos a ganar' con 72-42, resultado con el que se llegó al término del tecer período, amén de acordarse del pueblo palestino.

Los últimos minutos fueron una fiesta en la que los de negro rozaron la centena. Por fin, quitando de lado la Eurocup, la afición bilbaina pudo vivir una tarde dominical alegre.

 

Alegría por el triunfo liguero más abultado

Relajado como hacía tiempo no se le veía, Txus Vidorreta tuvo una intervención feliz tras el triunfo ante los del Ramiro. Ante todo, el técnico de Indautxu destacó la labor defensiva y la cantidad de asistencias repartidas, gracias a lo cual el conjunto bilbaino obtuvo su victoria más abultada en su todavía corta historia en la ACB.

«Hemos hecho un buen partido en líneas generales. Por fin hemos plasmado en un partido la línea del trabajo realizado durante la semana. Hemos realizado una muy buena defensa, muy agresiva, gracias a lo cual les hemos provocado hasta 26 balones perdidos. Luego, además, hemos empezado fuerte, con muchos jugadores con acierto, aunque no metíamos de tres, salvo Paco Vázquez. Al regreso del descanso sí que las hemos enchufado. Pero la principal diferencia respecto a otros partidos ha sido nuestro juego de ataque, sobre todo en el número de asistencias. Creo que todo ésto no es sino fruto del trabajo».

Otro de los que estaba como unas castañuelas era Paco Vázquez. El escolta ibicenco dio, en el segundo cuarto, un nivel ofensivo que ya parecía olvidado. Además, opinaba que el de ayer fue «el choque más completo de la temporada».

«Ya tocaba tener un partido con acierto. Pero bueno, lo importante era cortar la racha y hacer un buen partido. De hecho, el de hoy -por ayer- ha sido el más completo», dijo.

Luis Casimiro era la otra cara de la moneda. El técnico estudiantil subrayó la «intensidad» del cuadro bilbaino en el arranque de cada mitad, ante la cual poco pudieron sus pupilos.

G.

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