Una guerrilla ugandesa mata a 620 civiles en el territorio congoleño
Los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) «masacraron brutalmente a 620 personas y secuestraron a más de 160 niños» en tres semanas en el norte de la República Democrática del Congo (RDC), según denunciaron defensores de derechos humanos.
GARA |
Según Human Rights Watch (HRW) y la ONG congoleña Justice Plus, la gran mayoría de las muertes se produjeron en tres ataques que tuvieron lugar el 24 y 25 de diciembre del pasado año en la región de Haute Uele, en las localidades de Doruma, Farajde y Duru.
HRW, que ha estado investigando los hechos en las últimas semanas, ha encontrado en la zona afectada por los ataques tumbas recientemente cavadas, hachas y bates manchados de sangre y las cuerdas que los rebeldes habrían utilizado para inmovilizar a los prisioneros. «Se siguió la misma táctica en otros ataques que ocurrieron de forma simultánea, lo que indica que se trata de una acción planeada dirigida a aterrorizar a la población», declara en un comunicado la investigadora Anneke Van Woundenberg.
Los ataques del LRA se producen después de que, el pasado 14 de diciembre, Uganda, la RDC y Sudán atacaran las bases militares de los rebeldes, con el objetivo de intentar acabar con los más de 20 años de actividad de los insurgentes ugandeses. Después de esta ofensiva, el LRA se dividió en varios grupos, que esperaron hasta el 24 de diciembre para atacar, cuando la población se reuniría para celebrar la Navidad, acusa HRW. «Los pocos supervivientes presentan serias lesiones en la cabeza, y dos niñas de tres años tienen profundas heridas en el cuello después de que los guerrilleros intentaran arrancarles la cabeza de cuajo», reza el texto.
El 25 de diciembre, en la población Batande, a escasos kilómetros de Doruma, cerca de la frontera con Sudán, el LRA mató a más de 80 personas que se habían reunido para festejar el día de Navidad. Los insurgentes mataron a golpes a los hombres, y violaron y mataron a las mujeres y niñas. Según el testimonio de uno de los habitantes del poblado recogido por HRW, que vio cómo mataban a su esposa, a sus hijos y a sus nietos, sólo seis personas sobrevivieron.
También el 25 de diciembre, los rebeldes atacaron Farajde, a 240 kilómetros de Doruma, donde dejaron 143 muertos, secuestraron a 160 niños y prendieron fuego a 940 viviendas, 3 escuelas y 9 iglesias.
Los días 26, 27 y 28 de diciembre, otras 12 localidades fueron atacadas por los ugandeses, mientras que entre el 8 y el 11 de este mes, al menos 86 personas murieron a manos de los rebeldes al sur de Doruma.
«Cientos de personas están siendo masacradas», alerta Joel Bisubu, de Justice Plus, quien denuncia que se necesita comida y medicinas, pero «sobre todo se necesita protección».
El LRA pretende instalar en Uganda un régimen basado en los mandamientos bíblicos. Ha matado y torturado sistemáticamente a los civiles durante los últimos 20 años. Es conocido por secuestrar a niños.