Agónico y épico triunfo ante el Valencia
San Mamés se gana el derecho a dejar de sufrir
El equipo rojiblanco remonta por dos veces al Valencia con goles de Gabilondo, Javi Martínez y un penalti de Fernando Llorente en el último minuto con el que superó el ecuador liguero mejor colocado que nunca.
ATHLETIC 3
VALENCIA 2
Jon ORMAZABAL | BILBO
San Mamés, que más que sufrir disfrutó con su equipo hasta el último minuto, dio ayer al Athletic el empujón necesario para terminar la primera vuelta en una décima posición impensable hace pocas semanas, alargando su dulcísimo momento. Como sus aficionados, el equipo ha recuperado la confianza perdida no hace demasiado tiempo y fue precisamente esa fe recuperada la que le llevó a pelear hasta el último balón, donde encontró un penalti protestado por el Valencia que le dio tres puntos con licencia para soñar.
Y es que, lo de que el fútbol es un estado de ánimo será la frase más apropiada de las muchas que dice Valdano y un Athletic con la ola a favor fue capaz de remontar hasta en dos ocasiones a todo un Valencia en un día en el que tener dudas, con los problemas acumulados en defensa, podía haber sido normal.
El partido, sobre todo en su primera mitad, resultó de esos que tanto gustan a los aficionados y que desesperan a los entrenadores más estrictos, ya que las oportunidades se sucedieron continuamente en una y otra área, a velocidad endiablada.
Así, vertiginosamente y antes de que algunos aficionados ocuparan sus localidades llegó el primer tanto de los valencianistas, en una declaración de intenciones de lo que venían a hacer a Bilbo. Aunque llevaba tres meses sin marcar fuera de Mestalla, David Villa demostró su gran calidad y aprovechó un gran pase interior de Mata para batir a Iraizoz en su salida al minuto dos de juego.
El buen momento del Athletic se notó en la respuesta de un San Mamés que tiró de su equipo sabiendo que la defensa rival también estaba cogida con pinzas y que no hacía falta apretar en exceso para crear peligro en la portería de un Renan inseguro desde el inicio.
Así, tras una vaselina de Villa tras pérdida de Javi Martínez, el Athletic consiguió empatar en una buena jugada de David López, que puso un gran centro en el área, bien culminado por Igor Gabilondo de cabeza.
Sin pausa para asimilar las nuevas situaciones que se iban sucediendo, el Valencia volvió a golpear de nuevo tras una buena jugada de David Villa que ganó la línea de fondo y puso un balón que Morientes convirtió en el 2-1 adelantándose a una pareja de centrales que volvió a llegar tarde.
El Athletic no le permitió al Valencia dormir el partido como pretendía y, a base de meterle ritmo al partido, consiguió sacar a relucir las carencias defensivas del equipo de Emery.
Para colmo de males valencianistas, Renan tuvo que abandonar el partido lesionado, dejando su puesto a un joven Guaita que, el primer balón que tocó en Liga fue para sacar de las redes el 2-2 conseguido por Javi Martínez al cabecear un buen centro puesto una vez más por David López, en este caso tras una falta lateral desde la izquierda.
Menos acierto
Más que el ritmo, que lo hizo a medida de que el Valencia fue dando por bueno el empate, en la reanudación decreció el acierto de ambos equipos de cara al marco rival. Como sucedió en la primera mitad, fue el Valencia el que comenzó empujando y tuvo dos magníficas oportunidades en los primeros diez minutos. Joaquín estrelló una buena volea en el larguero y poco después Mata mandó a las nubes un regalo de Ocio que lo dejó solo ante Gorka.
Fernando Llorente acaparó las mejores opciones en la segunda mitad, con incluso un gol anulado por riguroso fuera de juego del ariete. Aunque Emery lo negara, el Valencia se fue echando hacia atrás en el carrusel de cambios y, a base de insistencia y de colgar balones al área, El Athletic consiguió rescatar un penalti en el último minuto que premió su mayor fe y confianza y que da a todo el entorno licencia para comenzar a soñar.
Como nos ocurre a casi todos, el Athletic tenía cierto miedo a lo que le podría suceder en un mes de enero muy exigente tanto por la cantidad como la entidad de los rivales a los que se ha tenido que enfrentar. Sin embargo, la temida cuesta de comienzo de año ha resultado completamente hacia abajo, consiguiendo encadenar su noveno partido sin perder.
Además, el encuentro de ayer ante el Valencia supuso el del cierre a la primera vuelta y el Athletic consiguió pasar el ecuador del campeonato en la primera mitad de la tabla, dejando el descenso a once puntos y con la UEFA a cinco.
Jon ORMAZABAL
Joaquín Caparrós reconoció de manera implícita que, con el calendario tan cargado por la Copa, tanto Javi Martínez como Aitor Ocio forzaron su quinta tarjeta de la temporada por lo que la próxima semana no podrán jugar ante el Almería, aunque sí lo harán ante el Sporting en Copa.
Joaquín Caparrós esperó hasta el último instante para poder contar con un Gorka Iraizoz que fue duda por un proceso gripal. Aunque no transcendió hasta después del encuentro, el técnico desveló que Ocio también se pudo haber perdido el choque por dolores estomacales.
A pesar de que ha habido dudas, el público de San Mamés ahora mismo está volcado con su equipo y Joaquín Caparrós reconoció que ese aliento y ese ambiente que se trasmitió desde las gradas, «nos dio el oxígeno que necesitábamos»
Buen conocedor de lo que influyen los resultados en el ánimo de la gente, el técnico sevillano entiende que la afición ahora mismo esté ilusionada, eso sí, los profesionales deben estar «lasai, lasai», como él mismo dijo en euskara. «Después del esfuerzo del jueves y los futbolistas que teníamos enfrente era complicado, pero el público nos ha dado vitaminas. El equipo va creciendo y la autoestima también, pero hay que tener tranquilidad. Ahora no podemos estirar el cuello ni antes meter la cabeza debajo del ala y llorar», explicó.
«De todas formas, entiendo que la afición que se ilusione, esto es fútbol. Es normal que antes hubiera dudas y que ahora la gente esté muy ilusionada con su equipo, así es el fútbol. Hoy esa afición ha dado una demostración de lo grande que es cuando han cambiado al maestro, David Villa, que lo han ovacionado».
Por su parte, el entrenador del Valencia, Unai Emery, lamentó haberse visto «perjudicado» por el penalti que dio la victoria al Athletic en una jugada que el técnico vasco vio un «forcejeo» entre Manuel Fernandes y Javi Martínez, pero no falta de su jugador y calificó la acción como una «decisión difícil» de Megía Dávila.
«No tengo nada que reprochar a la plantilla. El equipo que más cerca ha estado de ganar ha sido el Valencia, pero en esa última acción nos hemos visto perjudicados. El empate nos dejaba satisfechos a medias, pero con ese gol al final nos hemos ido blanco»
J.O.