Los miembros de la Junta Electoral de la CAV decidieron el lunes entrar en la disputa que el Ejecutivo de Lakua mantiene con el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, sin esperar a que el pleno de la Sala de Gobierno del TSJPV se reúna el viernes «para valorar las declaraciones efectuadas por el lehendakari y por la consejera portavoz del Gobierno Vasco». El cruce de acusaciones es, a estas alturas, indisociable de la campaña electoral.

La Junta se reunió a las cinco de la tarde en la sede del Parlamento de Gasteiz y tras la aprobación del acta de la sesión anterior, a las 17.12 decide abordar un «asunto previo». Entonces su presidente, Fernando Ruiz Piñeiro, se ausenta de la sala y el resto de componentes aprueban una declaración de dos puntos. El primero «expresar el apoyo al Excmo. Sr. Presidente de la Junta Electoral ante los ataques de que ha sido objeto por determinados estamentos oficiales». El segundo, «solicitar del Gobierno Vasco que cese cualquier ataque al Excmo. Sr. Presidente de la Junta, en cuanto ello supone una afrenta al proceso electoral y a la labor de esta Junta».

Cabe llamar la atención que las críticas del lehendakari y del Gobierno de Lakua a Fernando Ruiz Piñeiro se hicieron en relación con el proceso contra el diálogo político que se instruyó en el TSJPV y a su impulso a pesar de los precedentes que invitaban a su archivo, sin ninguna mención a su labor como presidente de la Junta Electoral. Por tanto, la declaración pública de éste órgano no obedece a una respuesta a una alusión directa sino a la voluntad activa de sus integrantes de hacer constar su posición.

Conocido el acuerdo de la Junta y a preguntas de los periodistas, la portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, afirmó ayer que el Ejecutivo autónomo en ningún momento ha criticado a la Junta Electoral de la Comunidad Autónoma Vasca y atribuyó el escrito de este órgano electoral a los jueces «designados por el PP y el PSE».

La representante del Gabinete aseguró que no entienden «el acuerdo de la Junta Electoral» porque, «en ningún momento se ha realizado observación ni crítica alguna a la Junta Electoral ni a la función que desarrollan desde la Junta Electoral ni su presidente».

«Ni este Gobierno, ni el lehendakari, ni ningún miembro del Gobierno se ha referido, en absoluto, a la acción de la Junta Electoral. Por lo tanto, no nos sentimos aludidos por la manifestación de la Junta Electoral», concluyó Azkarate.