Trece raquíticos puntos en la primera vuelta
La esperanza de que peor no se puede hacer en la segunda
Una vez se supere el difícil partido contra el Villarreal, los de Camacho inician su verdadera Liga, en la que deberán demostrar que merecen estar en Primera.
Natxo MATXIN | IRUÑEA
La primera vuelta de la temporada 2008-09 pasará a la historia rojilla como una de las más convulsas y pobres en cifras. Ni el sorprendente cese de Ziganda ni la llegada de Camacho han evitado la caída libre de un equipo que está colista por errores
Si bien es cierto que en las últimas horas se han cargado las tintas sobre la reciente actuación arbitral, impresentable en cualquier caso, no lo es menos que la escuadra navarra ha naufragado en la mayor parte de los encuentros que ha disputado hasta llegarse al ecuador de la competición.
Tras la inicial sequía goleadora -tres únicos goles en las primeras once jornadas- se pasó a la acumulación de errores y falta de concentración defensiva, además de no tener la suficiente capacidad como para cerrar los partidos en el momento necesario, permitiendo una considerable sangría de puntos en los instantes finales.
Osasuna tuvo que esperar para conocer su primera victoria a la jornada duodécima y únicamente ha sumado otro triunfo hasta ahora. Todo un cúmulo de despropósitos que han llevado a que el equipo lleve conviviendo con la condición, bien de penúltimo bien de colista, desde hace meses.
Sólo el buen juego mostrado a rachas y la creencia de que peor no se puede hacer mantienen viva la llama de la esperanza en un entorno rojillo que todavía confía en el milagro.
El Comité de Competición ha anulado sólo la segunda tarjeta que vio Juanfran en el Bernabéu, al entender que la primera fue por protestar, lo que será recurrido por el club. Al menos, este organismo reconoce los dos errores arbitrales. «No queda la menor duda de que el jugador amonestado cayó por la intervención del contrario. No existe una simulación reprochable reglamentariamente», indicó en una nota.</p> <p>El de Crevillente aseguró «no estar de acuerdo» con respecto a la primera amarilla «porque no protesto airadamente ni le falto al respeto, pero debo conformarme, quiero jugar el sábado».
