La rusa Alisa Kleybanova, vigésimo novena favorita, acabó con la serbia Ana Ivanovic, quinta cabeza de serie y finalista el pasado año, por 7-5, 6-7 (5) y 6-2 en la tercera ronda del Abierto de Australia. Ausente Maria Sharapova, defensora del título, por lesión, el torneo se queda así sin las dos jugadoras que el año pasado lucharon por el título y sin uno de los principales reclamos.

No obstante, la Ivanovic de este año dista mucho de la jugadora que luchó en la final de 2008. Desde que Ana ganara el título de Roland Garros, apenas ha alcanzado dos semifinales, la de Zúrich y la de Linz, donde obtuvo el título. Y en este comienzo de 2009 probó fortuna enBrisbane, pero fue eliminada en cuartos por Amelie Mauresmo.

Sin esa confianza, rota su relación con Fernando Verdasco, de Ivanovic sólo han quedado sus muecas ganadoras, algo infantiles, y escasos destellos de aquella agresividad que le hacía destacar de las demás.

Kleybanova saludó el triunfo arrodillada por la emoción tras enviar una derecha cruzada fuera del alcance de Ivanovic, en el segundo punto de partido. La rusa ponía así fin a un agónico partido en el que su rival siempre fue por detrás, incapaz de sobreponerse al juego de la rusa y mostrando lagunas ofensivas impropias de su talento.

Kleybanova, sin título alguno en su palmarés, llegó a estar con 3-0 en el segundo set, y luego con 5-4 hasta que Ivanovic, a base de coraje forzó el desempate, donde la serbia estuvo a dos puntos de abandonar. Tanta agonía tenía que decidir el partido a favor de la rusa, que a la segunda oportunidad remató el encuentro. En su segunda intervención en el torneo Kleybanova alcanza los octavos, donde se las verá con la australiana de origen serbio Jelena Dokic, que beneficiada de una invitación especial se colocó en esa ronda al vencer a la danesa Caroline Wozniacki por 3-6, 6-1 y 6-2.

Semidesnudo ante las Williams

Hubo además alguna incidencia en la competición de dobles femenina. Un hombre saltó semidesnudo -sólo con una camiseta- a la pista en la que las hermanas Williams jugaban ante Ayumi Morita y Martina Muller. El individuo bailó durante unos instantes delante de las jugadoras estadounidenses, que se tomaron el asunto con risas. Después abandonó la pista por el túnel de jugadores, sin que los servicios de seguridad aparecieran en momento alguno.

En la competición masculina el duelo prometía, pero el suizo Roger Federer lo redujo a un monólogo y tras vencer al ruso Marat Safin por 6-3, 6-2 y 7-6 (5) avanzó a octavos. En la retina de muchos quedaba aquella fabulosa semifinal de 2005 ganada por Safin después de salvar una bola de partido en el desempate del cuarto set, y liquidar después en el quinto. De ahí tomó aliento Safin, para proclamarse campeón el domingo al vencer en aquella final al australiano Lleyton Hewitt.

Safin había cuidado este partido con mimo, pero su juego dista mucho del de entonces. Ahora Federer domina aún más los enfrentamientos, con 10-2. Sólo en el último set sacó a relucir su talento innato, y también su ingenio, cuando se puso a discutir con un juez de línea. Federer se medirá ahora con el checo Tomas Berdych, que se deshizo del suizo Stanislas Wawrinka, por 4-6, 6-1, 6-3 y 6-4.

Por arriba, Roddick se las verá con Robredo y Djokovic con Marcos Baghdatis, que se impuso en su duelo contra Fish.