Atrapado en un atasco debido a un accidente de tráfico cuando se dirigía a Angelu, Rousset respondía por teléfono a las preguntas, que se centraron especialmente en el polémico proyecto de la línea del TAV.

La nueva línea del TAV, por lo menos su financiación, está provocando reacciones contrarias. Incluso la propia Michèle Alliot-Marie ha manifestado su desacuerdo con su construcción ¿Cree que se está cuestionando el proyecto?

Sería una insensatez no poner en marcha esta infraestructura que es un instrumento de desarrollo sostenible, de movilidad, de seguridad y de enriquecimiento de nuestro territorio. No hay un ejemplo en el mundo donde las líneas de alta velocidad no hayan acarreado todas estas ventajas. Ahora bien, reconozco que hay puntos de paso difícil por obstáculos urbanísticos que habrá que saber anticipar adoptando dispositivos de compensación (protecciones fónicas, indemnizaciones...), todo ello en concertación con los electos locales y la población. De todos modos lo que más irritación ha generado es la cuestión de compartir los gastos al 50%. EL Consejo Regional de Aquitania está dispuesto a hacerse cargo de una parte importante (600 millones de euros) pero, en especial en la actual situación de crisis, apelo al Gobierno a reflexionar sobre un segundo plan de relanzamiento. A este respecto, el posicionamiento de la ministra Alliot-Marie podría ser muy pertinente. Sería ventajoso para todos. Por un lado, el Estado asumiría lo que es de su competencia, es decir, las infraestructuras ferroviarias y, por otro lado, las instituciones locales que, lo recuerdo de paso, se encargan del 73% de las inversiones civiles en Francia, podríamos acelerar otras operaciones e inversiones públicas de nuestra competencia.

Está pidiendo que el Estado se implique más...

Claro. Cuando se profundiza en el tema es evidente que la parte correspondiente a la RFF (Red Ferroviaria Francesa) es demasiado escasa porque, para disminuir su participación, calcula a la baja el tráfico de la línea.

Sin embargo, agentes económicos y sociales han denunciado muchas veces que las previsiones de tráfico han sido exageradas precisamente para justificar una nueva línea férrea...

Estamos en un crecimiento contínuo de la movilidad, los camiones en las autopistas aumentan sin cesar. Hay que parar esta masacre del medioambiente, incluso por seguridad. Además la reducción del tiempo de trayecto hará que aumente la movilidad. ¿Cómo se puede decir que se inflan las previsiones de tráfico? Esto no es serio. Los únicos obstáculos son los relativos al suelo y no solamente financieros. Pido al Estado que levante el obstáculo financiero asumiendo lo que realmente le corresponde y que de una vez por todas acometa la descentralización para que se clarifiquen las competencias de cada institicución en vez de enmarañarlas porque quiere seguir guardando el poder sobre todo.

Se está hablando de la posible desaparición del Consejo de Desarrollo en el marco de la reforma de las instituciones. ¿Cuál es su posición al respecto?

He oído decir a ciertos ministros, en particular, a la de Interior, que las estructuras de pays deben desaparecer. No creo que eso sea conveniente porque son instancias de reflexión, de proyectos de inteligencia económica y social. La existencia del Consejo de Desarrollo y del pays-Pays Basque son un buen ejemplo de su interés.

El Consejo Regional está obligado a contar con el Estado para poder desarrollar relaciones con las regiones «transfronterizas». ¿Considera que sería conveniente crear una institución específica vasca y con competencias para encargarse de ello?

Tengo que aclarar que ya llevamos a cabo muchas acciones conjuntas con nuestros vecinos de Aragón, Navarra y País vasco. Tenemos fondos comunes para operaciones económicas, culturales, universitarias... Estamos analizando la implantación de la eurorregión Aquitania-Euskadi. Contamos con dispositivos de colaboración pero esperamos que el Gobierno lance de una vez el tratado franco-español para que los proyectos de infraestructuras como la línea del TAV avancen más rápido.

¿Cree que si Patxi Lopez es elegido lehendakari las relaciones entre las respectivas instituciones serán más fáciles?

Tengo muy buenas relaciones con Ibarretxe y creo que nos entendemos bien, pero es evidente que mi solidaridad como socialista se orienta más hacia mis camaradas españoles.