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Un campeón con los pies en el barro que sólo piensa en progresar y poder vivir del ciclocross

Apenas lleva dos temporadas dedicándose al completo y el domingo se alzó con el oro en el Campeonato de España de ciclocross, después de dominar todo el calendario. Pese a los éxitos, Javier Ruiz de Larrinaga mantiene los pies en el barro en su caso y sólo piensa en mejorar.

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Unai IRARAGORRI

Se ha convertido en su pasión, sobre todo, desde que la pasada temporada se convenció de que podía hacerse un hueco en la elite de la especialidad. Ya hizo sus pinitos desde cadetes, cuando competía «en algunas carreras sueltas» junto con su hermana. «Siempre me ha llamado la atención el ciclocross», sostiene. Con ese gusanillo continuó incluso en su etapa profesional en el Kaiku.

El proyecto rosa se paró en seco pero no su deseo de conseguir un hueco en carretera y decidió practicar ciclocross. Los buenos resultados impulsaron su motivación y moral. Sin preparación específica incluso ganó carreras y se reenganchó al barro.

Este verano apostó de manera definitiva por el ciclocross. Su objetivo mejorar, mejorar y mejorar, por encima de los resultados, y «hacer vida de un profesional». En agosto dio sus primeros pasos en Bélgica y el pasado domingo se alzó con el oro en el Campeonato de España, el cenit en una temporada en la que lo ha ganado todo. «Ahora sólo pienso en el ciclocross», zanja.

A la busca de patrocinadores

Lamentablemente, el ciclocross es un deporte pobre, sobre todo en lo económico. No hay equipos y conseguir un gran patrocinador a nivel individual es una utopía. Los corredores apenas cubren gastos.

«Hasta a día de hoy no se puede vivir de ello. Espero encontrar esa ayuda que me permita salir fuera para mejorar y tener la ayuda económica para estar todo el año tranquilo al 100%», explica.

Apunta que otro hándicap es que no sea olímpico, algo que afecta a nivel de becas, instituciones... Si fuera olímpico sería todo más fácil», admite. «Otro problema es que el equipo es un corredor sólo y se habla más de tu nombre que de los patrocinadores. Lo bueno sería hacer un equipo, juntarnos dos o tres e ir a las Copas del Mundo. Es complicado pero puede ser una idea», revela.

La competición se reduce a cinco meses, pero Ruiz de Larrinaga estima que «lo ideal» sería competir el resto de temporada en carretera como preparación. «Creo que la base del ciclocross es la carretera», asegura.

Reconoce que son disciplinas compatibles pero diferentes, en primer lugar por los entrenamientos. «En carretera tienes que hacer un invierno muy bueno y en temporada también tienes que hacer unos entrenamientos de mucha calidad y muy largos para mantenerte. En cambio, en ciclocross los entrenos duros, de fondo y de gimnasio, son todos en verano, y tienes mejor tiempo. En competición, bajas la cantidad de horas pero haces más intensidad», aclara.

Por otra parte, ha pasado de ser un corredor anónimo en el pelotón, distinguido por su voluntad y combatividad, a ser el gran protagonista en el barro. Confirma la satisfacción que suponen las victorias. «Sicológicamente es muy importante. Los resultados que estoy teniendo en ciclocross creo que no los hubiese tenido en ruta», señala.

Ha pasado de ser a un corredor sin victorias a ganar prácticamente todo. «Quizá el ciclocross se adecua más a mi forma de correr, no soy explosivo, y en una hora de esfuerzo hace falta ser más diésel, más mantener el ritmo toda la carrera, y yo siempre he sido un corredor así».

Ahora bien, rechaza comparaciones y sólo piensa en progresar: «Esta temporada me ha ido muy bien, he ganado muchas carreras pero para llegar al nivel de Seco o Hermida me falta mucho. Por eso, no tengo que pensar en si voy a ser el heredero de David, sino que me queda mucho por mejorar. Yo creo que la temporada que he hecho ha sido irrepetible aún alcanzado un mayor nivel. En carreras con barro me falta mucho. He sido el mejor de España a nivel de resultados pero no me considero el mejor ciclocrossista de España porque me veo muy limitado. Me falta la elegancia de Suárez, la potencia de Zaballa, la técnica de Hermida...».

Por encima de todo es optimista al respecto de la salud del ciclocross. «Estamos en un proceso en el que podemos pegar un cambio hacia delante. Ahora en el Mundial se verá, si somos capaces de hacer una buena carrera, sería muy importante para que a la Federación Española le dé por pensar. La gente sale más fuera, antes sólo era David, estamos quitando ese miedo», destaca.

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