Aitor Bezares, aún inquieto por las noticias que hablaban de su arresto y, más tarde, de otras sobre el registro de su casa, narraba así a GARA su sensación.

¿Cómo ha vivido el registro?

No, mi domicilio no ha sido registrado por la Policía aún.

La agencia EFE a las 3.56 anunciaba su detención, según fuentes de la «lucha antiterrorista». ¿Qué ha sucedido?

A las 6.00 de la mañana, unos compañeros de la fábrica han llamado a mi compañera interesándose por su estado ante el anuncio de que yo había sido detenido por la Policía.

Usted, ¿cómo ha reaccionado?

No salía de mi asombro. Al principio, he atribuido la información a que podía ser un error debido al «boca a boca». Ante la sorpresa, me he levantado de la cama y he comprobado a través de internet que la noticia que nos habían transmitido era así.

A partir de constatar que su nombre era repetido en radios, televisiones y páginas web, ¿cómo ha pasado las horas siguientes?

Poco después, he visto en varios televisiones imágenes de los arrestos de Amparo Lasheras en Gasteiz y Arantza Urkaregi en Bilbo. Pensaba que igual era que se habían adelantado en dar la noticia de mi detención. Finalmente, la Policía no se ha acercado a mi casa a detenerme y tampoco a registrarla aún. No tengo ni idea de la razón, pero he estado algo intranquilo.

¿Cuál es su estado de ánimo?

No entiendo a qué responde esta filtración o información errónea. Aparezco yo junto a otra serie de personas vinculadas a la izquierda abertzale entre las que no existe conexión alguna y a las que se acusa de querer formar una nueva Mesa Nacional.

¿Qué valoración hace?

Lo que está sucediendo es muy grave. Se están llevando detenida a gente cuyo único delito es promover una iniciativa electoral, es el caso de Amparo Lasheras con su apoyo a D3M.

El PSOE quiere quitar la maleza hasta llegar a un acuerdo con el PNV y aquí se ve el objetivo. Se ve que la «mala hierba» es la izquierda abertzale.