«Las empresas utilizan la sicosis de la crisis para recortar plantillas»
A sus 36 años ha accedido al cargo de máxima responsabilidad de CCOO de Euskadi. Unai Sordo considera que la renovación y rejuvenecimiento de las centrales sindicales es producto del paso de los años. Reconoce que coge las riendas de la segunda central en un momento difícil por la crisis.
Juanjo BASTERRA |
Con 55.000 afiliados, CCOO de Euskadi es la segunda central en representación en Hego Euskal Herria. Unai Sordo es un hombre de consenso y accedió a la secretaria, tras la marcha de Josu Onaindi. Reconoce que la crisis económica es un obstáculo.
Hace unos días Wolfgang Storz, antiguo dirigente de la IG-Metall alemana explicaba en una entrevista que veía unas organizaciones sindicales burocratizadas y que habría que adecuar la filosofía de la lucha que en el pasado estuvo más presente en las mismas. ¿Qué piensa usted?
Dos reflexiones. Volver al pasado no suele ser una buena política.
No dice volver al pasado, sino a la filosofía de lucha
Estamos marcados por la cotidianeidad de los problemas que se plantean en las empresas y en el trabajo. No estoy de acuerdo con esa visión de que los sindicatos viven en una realidad apegada a no sé qué poder. Creo que si se analiza una estructura sindical, no ya del concepto general de sindicato, la gente vive con los problemas reales. No es verdad, que esté tocando no sé qué círculos de poder.
También es cierto que el modelo alemán no es el más exportable, pero IG Metall fue punta de lanza en la consecución de las 35 horas, aunque se haya retrocedido en esa pretensión.
Las herramientas de los sindicatos para condicionar de verdad la consecución de derechos laborales y sociales tienen que partir de herramientas sólidas y asentadas en lo que es un entramado institucional. No quiere decir que el sindicato se esté acomodando en este sistema económico. Esas herramientas son la negociación colectiva y diálogo social. Son las que sirven para llegar a acuerdos o forzarlos a través de la movilización. Son herramientas de contrapoder a los poderes públicos y privados. Los sindicatos estamos para negociar. No estamos para no se qué e irnos tranquilos a la cama sin haber conseguido acuerdos para la mejora de las condiciones de trabajo de la gente. Esto implica negociación, compromiso, acuerdo y movilización, en caso contrario.
¿Cómo se debe actuar ante la crisis económica?
El problema de la crisis es que la situación diaria te marca las condiciones. Se está dando una destrucción de empleo muy importante. Las empresas y la patronal están intentando condicionar la dinámica de la negociación colectiva con la crisis. La prioridad es luchar ante la perdida de puestos y de empleo, y reforzar, en todo caso, la protección social y la red de desempleo. A la vez debemos intentar mejorar las condiciones de vida sociales y económicas de la gente, porque esa es una medida anticrisis. Es una crisis en la que nosotros no tenemos nada que ver en su gestación. Esa ganancia de poder adquisitivo y de derechos de los trabajadores no es sólo de justicia, sino necesaria para salir cuando antes.
¿CCOO ha detectado que los empresarios se aprovechan de la crisis para despedir?
La situación es variada. Empresas determinadas se aprovechan de la sicosis de la crisis para hacer ajustes, para intervenir en las condiciones laborales, flexibilizar los convenios, las vacaciones y la jornada. También para condicionar la negociación colectiva. Vamos a ser rigurosos. Vamos a priorizar en la no pérdida de puestos, en todo caso con medidas coyunturales. Pero no vamos a tragar en que se intente condicionar todo a lo logrado. Los trabajadores no tenemos nada que ver con la crisis.
¿Es necesaria otra reforma laboral como dice la patronal?
La flexibilidad laboral no tiene nada que ver con las causas de esta crisis. No hay motivo ni siquiera para negociar una reforma laboral. No es una opción que contemplamos. Los que relamente lanzan este mensaje son los de siempre, se refieren a abaratamiento de despido.
Quince años, uno tras otro, con beneficios, y, ante el primer problema, la solución es echar a los trabajadores
Probablemente sería un debate largo de a dónde han ido los beneficios, cómo se ha primado a los consejos de administración, a los accionistas y en qué situación se ha gestionado las empresas. Es verdad que la acumulación de beneficios debería de servir a las empresas como un colchón para afrontar la crisis.
¿Por qué no lo utilizan?
Porque las empresas, sus gestores y sus accionistas, existen para ganar dinero, lo demás no entra en sus agendas.
La patronal vizcaina Cebek reclama diálogo social ¿cómo lo ve usted?
Es una herramienta de acción sindical de gran importancia. Supone contrarrestar posiciones distintas. Se asienta en una realidad de conflicto social en el mundo del trabajo para intentar condicionar las posiciones públicas y privadas. El no diálogo social significa que el poder público sigue legislando sobre política laboral, social, fiscal y económica sin que nadie le cuestione su actividad. Diálogo social es la herramienta clave para condicionar la acción política, de lo contrario genera unilateralidad de las administraciones públicas y ejercicio de lobby por parte de las empresas y patronales.
¿Qué va a hacer para romper ese muro que les separa a todos los sindicatos en este tema?
No somos ingenuos. Sabemos de la dificultad de Euskadi para articular el diálogo social, incluso en el Consejo de Relaciones Laborales y el Consejo Económico y Social Vasco. Vamos a hacer una ronda de contactos con todos los agentes. Para lograr el diálogo social hay que tener dos cuestiones: voluntad de que haya acuerdo entre los sindicatos y buscar espacios de intervención común, y respeto a los proyectos estratégicos que defendemos cada uno.
¿El apoyo a Ignacio Fernández Toxo incluía una contrapartida de más autonomía desde la confederación de Euskadi para no estar mirando siempre y ser superdenpendientes de lo que se decide y sucede en Madrid?
No estoy de acuerdo que fuéramos superdependientes. Somos una confederación sindical, que tiene sus estatutos, que está legitimada y voluntariamente decide confederarse a CCOO de España. No tenemos duda. Sí es verdad que estamos más de acuerdo con las nuevas sensibilidades de quienes dirigen la organización en cuanto a reforzar espacios de intervención sindical en los territorios dentro de la negociación colectiva y el diálogo social. Hay sensibilidad, que tiene que ver con un modelo de estado más federalista, que apoye más el autogobierno en las comunidades autónomas.
Esa apertura que dice que se ha producido supone aceptar el marco vasco de relaciones laborales.
Aceptamos el marco vasco y practicamos el marco vasco de relaciones laborales.
Incluyendo a Nafarroa
Tiene sus connotaciones ideológicas, en su caso. Nadie nos va a decir que no practicamos el marco vasco de relaciones laborales por el hecho de que la Unión de Navarra se constituyó hace cuatro años como unión paralela a CCOO de Euskadi. No es un marco al margen del estatal, como no pasará mucho tiempo en que veamos actuaciones supraestatales. No defendemos el marco vasco autártico, desconectado del marco general, porque es la realidad social, económica y política existente en este momento.
Pero, ¿se puede avanzar contando también con Nafarroa en temas como una Seguridad Social vasca o un sistema propio de empleo?
La Seguridad Social e Inem están recogidos en las disposiciones legales de los estatutos de autonomía. En todo caso tendrán que tener la concreción que se pacte desde los poderes políticos y el desarrollo potencial que tendría ese marco estatutario. Si hay pactos en clave de trasversalidad política que recojan modificaciones, nosotros estaremos haciendo acción sindical en ese espacio nuevo.
¿El marco estatutario está agotado, ya no sirve?
Está sin completar. Por ambas partes no ha habido voluntad. Por interpretaciones distintas al texto. Tenemos una posición estratégica de visión de país que no está por la acumulación de fuerzas, sino por el fortalecimiento del autogobierno.
A sus 36 años ha accedido al cargo de máxima responsabilidad de CCOO de Euskadi. Unai Sordo considera que la renovación y rejuvenecimiento de las centrales sindicales es producto del paso de los años. Reconoce que coge las riendas de la segunda central en un momento difícil por la crisis.
«La negociación colectiva y el diálogo social son herramientas de contrapoder a los poderes públicos y privados»
¿Qué opina de las diferentes predicciones sobre el paro para los próximos meses, teniendo en cuenta que la disparidad fijada entre el Gobierno de Ibarretxe (5,1%) y el Gobierno español (16%)?
No puede haber diferencias. Las predicciones han quedado en entredicho. Al Gobierno vasco le pasa lo que le ocurrió a Rodríguez Zapatero el año pasado, que decía que no había crisis. Ante la proximidad de las elecciones, maquillan los datos y, desgraciadamente, en Euskadi se va a superar ese porcentaje anunciado por Idoia Zenarruzabeitia. Sería bueno realizar un diagnóstico real, para plantear medidas.
Las medidas son de ayuda a los empresarios y los bancos, mientras los trabajadores se quedan en el paro, en la calle...
Estamos legitimados para exigir que se realicen las aportaciones complementarias al Inem para mejorar las prestaciones por desempleo y las redes de protección social, para que quienes sufran la crisis tengan cobertura garantizada. Si se ha garantizado a quienes han generado la crisis la inyección de dinero en las empresas para préstamos y circulante, o las de viabilidad y solidez de la banca, nosotros estamos legitimados para pedir ayudas para los parados.
Hasta el presidente de Cebek, Vázquez Eguzkiza, plantea transparencia con el trasvase de dinero público a bancos y empresas
Así es. Al margen problemas de liquidez, hay dos cuestiones. El mercado financiero libre sólo ha generado delincuencia de guante blanco, productos basura y lobbys. También ha provocado esa ficción de que el crecimiento podía ser sostenido con la expansión del crédito y las políticas de saneamiento. El reparto de la riqueza es necesario para garantizar el mercado.
¿Que exigirá CCOO en la negociación colectiva?
Primero, dar soluciones en la crisis y garantizar crecimiento de poder adquisitivo a los trabajadores. Esa es una muy buena receta para paliar la crisis y activar el consumo.
«Estamos más de acuerdo con las nuevas sensibilidades que dirigen hoy CCOO en el Estado español, porque avanzan en posiciones más federalistas»
«Tenemos una posición estratégica de visión de país que no está por la acumulación de fuerzas, sino por el fortalecimiento del autogobierno»