Bolivia tiene hoy una cita histórica con las urnas. Más de 3,8 millones de ciudadanos están llamados a votar en referéndum la Constitución Política del Estado impulsada por el presidente Evo Morales y aprobada por la Asamblea Constituyente. Es la primera vez en la historia del país andino que la Constitución se somete a consulta popular. El texto es fruto de un acuerdo político alcanzado en el Congreso Nacional en octubre entre el oficialismo y parte de la oposición, después de la matanza de campesinos y afines a Morales en el departamento amazónico de Pando, al norte del país.

Los principales detractores del texto constitucional son los opositores regionales de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Tarija y Chuquisaca, que temen perder sus privilegios.

Confianza en el pueblo

Morales expresó su confianza en que la Constitución recibirá un amplio respaldo. «El pueblo dirá si aprueba o no lo que hemos venido haciendo hasta ahora. Estoy seguro de que sí lo hará porque estamos para servir al pueblo y no para servirnos del pueblo», subrayó. Insistió en que «es un derecho de cualquier ciudadano boliviano votar por el `No' o por el `Sí'. Es una cuestión de conciencia».

Esta decisiva cita ha suscitado el interés de la comunidad internacional dada la presencia de más de 300 observadores procedentes fundamentalmente de América y Europa.