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Empate en El Madrigal

Este esfuerzo sí tuvo recompensa

Manteniendo la línea de las últimas jornadas, Osasuna cuajó un buen partido en El Madrigal, que esta vez, además, le permitió sumar un punto. Se adelantaron los locales por medio de Rossi y empató el conjunto rojillo en la segunda parte con un gol de Dady.

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VILLARREAL 1

OSASUNA 1

Amaia U. LASAGABASTER | IRUÑEA

Osasuna no pareció el farolillo rojo en El Madrigal y, como recompensa a su buena actuación, esa imagen se hizo realidad. Lógicamente, habrá que esperar a que concluya la jornada para ver cómo queda la clasificación pero, de momento, el punto sumado en Vila-real permite a los rojillos alcanzar al Mallorca y superarle por golaverage.

Esta vez no hubo Burrullgate, ni infortunio, ni falta de acierto, ni ninguna otra circunstancia que empañase el trabajo de los rojillos. Osasuna tuteó a un gran equipo, ni siquiera se conformó con el empate y, aunque su rival dispuso de más y mejores ocasiones, los guardametas también forman parte del equipo; y en este caso, Roberto se ganó su sueldo.

El punto resulta especialmente meritorio porque el Villarreal también disputó un buen partido. Y eso es mucho decir, teniendo en cuenta que se trata de uno de los claros candidatos a la Liga de Campeones -ayer habría ascendido al cuarto puesto en caso de victoria-. Así que, con unos bien y otros mejor, El Madrigal acogió anoche un partido intenso y vistoso para el espectador, sobre todo porque ninguno de los dos rivales quiso renunciar al triunfo.

No lo hizo Osasuna, que saltó al césped dispuesto a hacerse con la iniciativa. Un córner botado por Plasil, que rozó el gol olímpico, poco antes del cuarto de hora, encendió las alarmas entre las tropas locales. La balanza se puso de nuevo en movimiento, para equilibrarse primero y decantarse después del lado del Villarreal. Un taconazo de Llorente y un córner que la zaga rojilla despejó con apuros se convirtieron, a la postre, en la antesala del gol local. Llegaba a la media hora de partido, con una falta botada por Cazorla que Rossi controló primero con el pecho para acabar superando a Roberto con su remate.

Lejos de venirse abajo, el equipo de José Antonio Camacho recuperó el ahínco inicial para buscar el empate, con lo que la contienda quedó convertida en un bonito toma y daca. Las mejores ocasiones fueron esta vez para los visitantes, con un buen centro de Plasil al que no llegó Pandiani, una jugada personal de Héctor Font o un certero cabezazo de Nekounam que Cygan despejó a córner.

La dinámica se mantuvo tras el descanso. Ni Marcos Senna y Bruno por parte castellonense, ni Vadocz y Nekounam por el lado rojillo, conseguían hacerse con el dominio del centro del campo. Añadida la ambición de ambos rivales, el resultado fue un partido que, pese al marcador, seguía muy abierto.

La actitud

Resulta encomiable, en ese sentido, la actitud de Osasuna. Ni su angustiosa situación clasificatoria, ni lo sucedido una semana antes, ni la presión de un marcador adverso pudieron con la moral de un equipo que no cejó en su empeño. Plasil estuvo a punto de firmar el premio a los diez minutos de la reanudación, con un remate cruzado que exigió la estirada de Diego López. Respondió Roberto, con una mano milagrosa a cañonazo de Marcos Senna.

Hubo que esperar a los cambios para que el trabajo de Osasuna, por fin, diese fruto. Seis minutos después de saltar al campo, Delporte y Dady protagonizaban la acción del empate: jugada de mérito del francés por banda izquierda, con autopase incluído, y remate de Dady desde el punto de penalti, aprovechando el error de Cygan, para anotar su tercer gol de la temporada y restablecer las tablas.

Ninguno de los dos equipos dio por bueno el empate, así que las ocasiones de peligro no cesaron hasta el pitido final. Fueron más claras las del once de Pellegrini, que volvió a obligar a Roberto a lucirse -despejando esta vez una falta de Rossi que se envenenó y un remate a bocajarro de Cazorla- y también a Josetxo a sacar un balón junto a la línea de gol; pero tampoco faltaron en el área local, donde Diego López abortó junto a la base del poste una jugada personal de Dady.

Los dos acabaron consolándose con un punto que, visto lo visto, ambos darán por bueno. El empate del Madrigal, además, pone fin a la particular travesía del desierto que ha llevado a Osasuna a enfrentarse a los mejores del campeonato. Con la próxima visita del Mallorca a El Sadar -especialmente importante- comienza una nueva y decisiva fase, en la que, al menos en teoría, a los rojillos les costará menos plasmar su trabajo en resultados.

Camacho: «Nos tiene que quedar claro que somos capaces de ganar a cualquiera»

Todo lo que no sea la victoria sabe a poco en casos de extrema necesidad como es el de Osasuna, pero los rojillos acogieron de buen agrado el punto de El Madrigal. Porque se suma en un escenario complicado, porque a expensas de lo que suceda hoy con el Mallorca puede servir para abandonar el último puesto de la clasificación y porque, uniéndolo con los partidos precedentes, confirma la línea ascendente del equipo.

Esa última circunstancia fue, precisamente, la que quiso destacar José Antonio Camacho tras el partido. «En las últimas semanas hemos jugado contra rivales muy fuertes y hemos dado una medida importante», aseguró el técnico murciano. «Más que al punto que hemos conseguido hoy-añadió Camacho-, le doy importancia a que hemos jugado contra el Madrid, el Barça, el Athletic dos veces, el Villarreal, el Sevilla... Y yo no he visto una gran superioridad de esos equipos respecto a Osasuna. Éso es importante, nos tiene que quedar claro que somos capaces de ganar a cualquiera».

Por todo ello, el entrenador rojillo se mostraba especialmente optimista de cara al futuro próximo, que arranca con la visita del Mallorca a El Sadar. «Hemos jugado contra grandes equipos -insistió- y hemos dado una medida importante. Ahora vienen otros equipos de nuestro nivel y hay que seguir luchando y trabajando porque no hay nada decidido». En referencia concreta al choque contra los bermellones -que hoy han dormido como colistas, al tener peor golaverage que la escuadra navarra-, Camacho tiene claro que «tenemos la obligación de ganar, porque además es un rival que también está abajo. Estoy seguro de que, si mantenemos esta línea de trabajo y entrega, habrá resultado; tengo la certeza de que contra el Mallorca sí tendremos la recompensa de los puntos», auguró.

Ayer Osasuna sólo la obtuvo a medias, algo que no dejó especialmente contento a su técnico. «A lo mejor soy muy exigente -admitió-, pero creo que al final podíamos haber sentenciado el partido en alguna falta o algún contragolpe. También ellos, pero habría sido una lástima que nos hubieran ganado». Se lamentó especialmente Camacho por dos aspectos: el gol del Villarreal -«eran dos balones nuestros y los hemos perdido», explicó- y el escaso fruto que obtuvo su equipo de, por ejemplo, la docena de saques de esquina que botó. «Podíamos haber sacado más fruto, sí. Creo que nos falta un poco más de agresividad en estas jugadas», aseguró en este sentido.

En lo que respecta a lo providencial de los cambios, el entrenador murciano no quiso concederles excesiva importancia. «Tampoco hay que olvidar que los que salen también se aprovechan del trabajo que han hecho los que ya estaban porque han cansado a los rivales. Pero sin duda su aportación ha sido importante», señaló.

GARA

Los ultras del Valencia, en Vila-real

Los aficionados rojillos que se desplazaron a Vila-real tuvieron una desagradable sorpresa. Seguidores ultra del Valencia, que ya la liaron en Iruñea la pasada temporada, les aguardaban en la localidad castellonense, donde protagonizaron diversos incidentes en los alrededores de El Madrigal.

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