La nueva Línea del Tren de Alta Velocidad está lejos de crear consenso entre los cargos electos de Ipar Euskal Herria. Desde que los mandatarios franceses dieron a conocer su plan de financiación para el proyecto, en el que se piden cifras exhorbitantes a las instituciones locales, las voces en contra del proyecto no dejan de aumentar.

El pasado lunes la Mancomunidad de Baiona, Angelu y Biarritz (BAB) votó a favor del texto presentado por el presidente de la institución y alcalde de Baiona, Jean Grenet. Dieciocho consejeros votaron a favor y cuatro en contra de financiar el tramo entre Tours y Burdeos, que costará 24,9 millones de euros, y que supondrá 50 minutos menos en el trayecto que une Lapurdi a París.

Por el contrario los dieciocho electos votaron en contra de financiar el tramo entre Burdeos y Hendaia, por el que se solicitaba a la mancomunidad 40 millones de euros.

El propio Grenet, presidente de la Cabab fue el encargado de exponer los argumentos del rechazo a la financiación dle segundo tramo. Por un lado declaró que el proyecto que ha sido presentado no especifica por dónde pasaría esta nueva línea, sobre el proyecto internacional entre Akize y Astigarraga, en Ipar Euskal Herria. Grenet denunciaó también el hecho de que no se haya asegurado que habrá una estación en Ipar Euskal Herria. Además subrayó el hecho de que no conocen los instrumentos financieros previstos por el Estado para permitirles rebajar sus cargas anuales.

En lo referente a la financiación, también declaró que la participación de Europa es «demasiado pequeña». El senador y alcalde consideró que cuando le «hagan proposiciones serias entonces hablaremos».

Cuatro consejeros se opusieron a la proposición del presidente de la mancomunidad: el concejal abertzale de Biarritz Jakes Abeberry, la consejera de Baiona Martine Bisauta y los dos consejeros angeluarras Jean-Pierre Roux y Georges Daubagnat. La electa ecologista baionarra recordó que el verdadero debate es el de la utilidad del proyecto, la capacidad de financiación y su impacto medioambiental.

Estudio alternativo

El informe presentado por la RFF (Red Ferroviaria de Francia) sobre el proyecto de la nueva línea está creando entre los cargos electos cada vez un mayor nivel de desconfianza. En palabras de Abeberry «la confianza está rota». Ante la constatación del incremento del número de dudas derivadas de los papeles de la RFF la mancomunidad de BAB ha decidido contratar varios estudios a la Agencia de Urbanismo para tener otras alternativas en la mano, explicó Grenet: «Esto nos permitirá poder hacer nuestras proposiciones cuando llegue el momento. Nosotros hacemos nuestros estudios, ellos los suyos y discutiremos», afirmó en este sentido.

Por otro lado, las Mancomunidades de Sur de Lapurdi y Errobi-Aturri también han pedido un contra-estudio para conocer el tráfico real actual y futuro en la línea existente.

El debate entre los cargos políticos es cada vez más evidente. La ministra del Interior y antigua alcaldesa de Donibane Lohizune, Michèle Alliot-Marie, se mostró públicamente en contra del proyecto.

En la votación que tuvo lugar el lunes en la Cabab el debate fue más largo de lo esperado, ya que las opiniones estaban bastante enfrentadas.

El alcalde de Angelu Jean Espilondo votó a favor de la proposición de Grenet, aunque no se mostró muy convencido. Por el contrario el alcalde de Biarritz Didier Borotra, a través de su consejero general Max Brisson mostró todo su apoyo al texto votado.