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La ofensiva cingalesa contra los tamiles pone en peligro a 250.000 civiles

La Cruz Roja alertó de que la ofensiva cingalesa contra los guerrilleros tamiles puede desencadenar una masiva crisis humanitaria, ya que al menos 250.000 civiles se encuentran atrapados en la zona en la que se registran los combates sin posibilidad de huir.

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Una crisis humanitaria de amplias dimensiones está en vías de producirse en el norte de Sri Lanka, donde 250.000 civiles se encuentran atrapados por los combates entre el Ejército cingalés y los guerrilleros de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE), que ya han provocado cientos de víctimas civiles, denunció ayer la Cruz Roja.

Los servicios médicos de la región de Vanni se encuentran desbordados por la llegada de «cientos de cadáveres y de numerosos heridos», mientras que las tropas gubernamentales siguen atacando los últimos feudos de los rebeldes tamiles en el nordeste de la isla, alertó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado.

«Es urgente que se emprendan acciones decisivas y que se pare esta carnicería. No tenemos mucho tiempo», señaló Jacques de Maio, director de operaciones del CICR en el sur de Asia.

«Los habitantes se encuentran en medio de los disparos. Los hospitales y las ambulancias han sido golpeados por los bombardeos y numerosos trabajadores humanitarios han sido heridos cuando evacuaban a los heridos», añadió De Maio.

En su comunicado, que denuncia que «una crisis humanitaria de amplias dimensiones está a punto de producirse», el CICR estima que 250.000 personas son incapaces de huir de la zona de combates, que se desarrollan en una superficie de 250 kilómetros cuadrados, y no pueden protegerse de los disparos.

«A causa de esta violencia, el CICR no puede intervenir en la región», destacó De Maio.

«Cuando terminen los combates, podemos encontrarnos con un gran número de víctimas y una situación humanitaria catastrófica, a menos que se proteja a los civiles y que las leyes humanitarias internacionales sean respetadas en cualquier circunstancia», señaló De Maio.

La CICR hizo un llamamiento a los dos partes a autorizar a los civiles a abandonar la zona de combate.

Mientras, el general cingalés Nandana Udawatte viajó ayer a Mullaittivu, la última ciudad que el Ejército de Colombo ha arrebatado a los guerrilleros tamiles, para subrayar el éxito de su ofensiva.

«Avanzamos a lo largo de la costa y hacia el oeste para atacar una bolsa de resistencia de los Tigres», declaró el general Udawatte.

Con la toma de Mullaittivu, el Ejército cingalés ha propinado un duro golpe a la guerrilla tamil, que contralaba esta ciudad desde 1996, especialmente después de que perdieran su capital, Kilinochchi.

india

El ministro indio de Asuntos Exteriores, Pranab Mujerjee, llegó ayer a Colombo para debatir sobre la seguridad de los civiles tamiles atrapados por los combates. Los tamiles también viven en el Estado indio de Tamil Nadu.

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