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Temporal de lluvia, viento y nieve

«Deberíamos pensar si el enemigo es el tiempo o nuestro modelo de desarrollo»

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Iñaki Antiguedad
Doctor de hidrología de la UPV-EHU

Después de pasar tres días sin luz, como otros miles de vascos, no duda de que «es normal que el río se cabree». Invita a reflexionar si la culpa de situaciones como las vividas estos días la tiene el tiempo o la tiene el sistema de desarrollo en que vivimos.

Una radioyente cuestionaba en una emisora cómo podemos depender tanto del tiempo...

¿Pero a que esta señora nunca se preguntará por qué dependemos de la Bolsa, o del petróleo? Da la impresión de que lo que tiene la culpa es lo único y poco que nos queda de la naturaleza. Yo entiendo que la gente proteste, pero debería protestar cuando no llueve, para preparar la situación. Mira, yo soy de los que defiende que si nos gusta este país cantábrico verde, hay que pagarlo y lo pagamos, por ejemplo, en lluvia. No puede ser que llueva lo justo que queramos, o que la temperatura sea la justa para ir a la playa... Deberíamos pensar si el malo de la película es el tiempo o lo es el sistema de desarrollo en el que nos hemos metido. Estamos en la lógica al revés. No puede ser que queramos que el tiempo se acomode a nuestras necesidades, lo mismo que nos dedicamos a agujerear nuestros montes porque nos molestan para hacer infraestructuras... En fin, que me alegro de que se inunden las carreteras. Que a mí también me fastidia, pero es lo que hay, sobre todo cuando lo que no podemos cambiar es lo que decía el padre de Bush, el estilo de vida, en este caso el nuestro.

Que habría que relativizar esto de los fenómenos meteorológicos adversos...

Hay una palabra clave y es la del riesgo,  que no la terminamos de entender. Nadie puede asegurar el riesgo cero cuando se desbordan como ahora los ríos. El que lo diga es idiota. Otra cosa es dónde está el nivel de los riesgos aceptables. Hay dos formas de ver las cosas: o pensar que el tiempo nos fastidia y que a ver cuándo la administración le mete en cintura, o pensar que igual somos nosotros los que no sabemos convivir con nuestros vientos, con nuestras lluvias... las cuales, además, provocamos antrópicamente.

Esa es otra. La parte de culpa de la propia actividad humana...

Cuando se habla de inundaciones, incluso de cambio climático, perdona pero el problema es que cada vez más fenómenos como éstos son culpa nuestra.  ¿No sería, entonces, más justo asumir, primero, los riesgos naturales que nuestro entorno físico nos depara y luego tratar de anular el añadido antrópico? Pero este es un debate que nunca sale en los medios.

Pero lo que escucharemos tras estas nuevas inundaciones será la exigencia ciudadana a las administraciones y las justificaciones de éstas...

Pero es que no hablamos de desastres, sino de algo que la naturaleza tiene controlado; otra cosa es que estemos descontrolando la naturaleza. Porque somos incapaces de profundizar en el debate... Me llamaban diciendo que Salburua, en Gasteiz, se inundaba. Claro, si es una zona de descarga natural del río... otra cosa es hasta qué punto la expansión urbanística hacia esa zona y la impermeabilización del terreno influyen en que se inunde. El uso del cemento es en buena medida lo que nos lleva a estas situaciones.

Como ocurre, por ejemplo, en Getxo con el río Gobela, por poner un caso muy mediático.

Es que un día la noticia terminará siendo que se inunda el océano, o que hace un calor extremo en el desierto... ¿De qué vamos? Como decía un compañero mío que estuvo en la Antártida, o me aclimato o me aclimuero, pero aquí no, aquí seguimos empeñados en que si nos viene un ciclón pues si hay que mandar a pararlo a la consejería de Interior, pues se manda y se aplaude. Creo que estamos en una incultura generalizada. El hombre no es el centro del universo como decía hace unos días Esperanza Aguirre y no puede ser que queramos adaptar la naturaleza, el tiempo o los montes, al modelo de desarrollo que nos hemos dado o que alguien nos ha impuesto. .J.V.

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