«En los últimos meses la situación en los institutos de Iruñerria se ha tornado crítica, de verjas para adentro el control ejercido por la mayoría de los equipos directivos y profesorado ha llegado a situaciones preocupantes. Utilizan el autoritarismo y el control social para reprimir y evitar todas las iniciativas y pensamientos que no son de su agrado, mientras que de la verja para afuera policías de todos los colores acosan a nuestros hijos constantemente mediante identificaciones, seguimientos y multas», alertaron ayer medio centenar de padres y madres de institutos euskaldunes de Iruñea y su comarca.

En una comparecencia inédita, los progenitores quisieron salir a la palestra ante los hechos acaecidos en diversos centros públicos de secundaria últimamente, donde se vienen repitiendo situaciones de control y persecución contra parte de su alumnado. El caso más alarmente ha sido el ocurrido en el Instituto Iturrama, donde dos alumnos han sido llamados a declarar por la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional española en relación con un homenaje realizado en un recreo con motivo del Gudari Eguna.

Los allí congregados recordaron que el instituto «es una pieza clave en el desarrollo de las facetas relacionadas con el aspecto social de la persona», y en ese sentido lamentaron que en los últimos tiempos se le ha añadido a la escuela «la tarea de conseguir que el alumnado salga domesticado, de modo que se garantice la continuidad a un modelo de sociedad reaccionario; que sean personas acríticas, conformistas, inocentes y sumisas con el poder establecido en cualquier ámbito de la sociedad».

Trabas desde el centro

Los padres y madres de los estudiantes ofrecieron la rueda de prensa en la puerta del Instituto Biurdana de Iruñea, ya que según denunciaron, desde la dirección del centro no se les ha permitido comparecer dentro de las instalaciones. «Habíamos pensado reunirnos aquí porque hay suficiente espacio para poder aparcar el coche, pero el director no nos ha dejado entrar dentro. Ya no sólo se conforman con controlar a nuestros hijos, sino que también quieren controlarnos a los propios padres», criticaron.

En su alocución, los comparecientes lamentaron que si bien cuando llevaron a sus hijos a la escuela pensaron que allí recibirían «una eduación integral que les empujaría a ser personas libres y solidarias», con el paso de los años han visto cómo «la transmisión pura y dura ha ganado terreno a todos los valores progresistas y de izquierdas; los procesos educativos no se adecúan a las posibilidades y características de cada uno de ellos». «Nuestras hijas e hijos son tratados como vulgares maleantes, conculcan sus ideas y sus derechos civiles y políticos, se les criminaliza y se les quiere sentenciar para el futuro».

Por ello, exigieron a las direcciones y profesores de los institutos que «colaboren con nosotros en su formación integral, haciendo una apuesta por formar personas libres, solidarias, responsables y respetuosas con el medio ambiente», además de pedirles que «no se valgan de su poder para amansar y amedrentar a los alumnos». «Sólo queremos que cumplan con su trabajo educativo, sin dejarse arrastrar por las corrientes más reaccionarias de la sociedad navarra», concluyeron.