El pasado miércoles el debate de una moción sobre la tortura crispó el ambiente en el pleno del Ayuntamiento oiartzuarra, donde vecinos y concejales de Oiartzun Bai, coalición de PNV y EA, se enzarzaron en una discusión.

La moción fue registrada por el movimiento pro amnistía, con la intención de que los grupos políticos que componen el Consistorio tomen «claros compromisos» respecto a esta materia y respalden a los vecinos que hayan sufrido la tortura en primera persona. La moción fue aprobada por los ediles independentistas, quienes mostraron su respeto a todos los torturados.

Según denunció el movimiento pro amnistía, los concejales de OB no entienden la tortura «como una vulneración de derechos humanos» y censuraron el carácter «parcial» de la moción.

Los ciudadanos que acudieron al pleno, que portaban carteles contrarios a la tortura, tomaron la palabra para denunciar la actitud de los ediles de PNV y EA y les instaron a «dejar a un lado la pasividad y posicionarse en contra de la tortura».

Después de la votación y ante la negativa de estos ediles, cuatro oiartzuarras entregaron bolsas de plástico negras a los concejales de OB.

Los ediles que conforman OB denunciaron entonces la actitud del alcalde independentista por «no ampararlos» y uno de ellos sacó fotografías a los ciudadanos que portaban carteles, lo que provocó un gran rifi-rafe entre ciudadanos y ediles de OB.

El movimiento pro amnistía ha denunciado la actitud de la coalición del PNV y EA y ha instado a sus concejales a que «de una vez por todas» muestren su postura ante la tortura. Asimismo, animaron a toda la ciudadanía a continuar en la lucha contra esta lacra y, de manera especial, a participar en los actos que se organizarán en el marco del día contra la tortura, que será el próximo 13 de febrero.